Ya sea cazando con escopeta, con rifle o con arco, cuando se trata de grandes jabalíes toda precaución es poca. Con uno de estos ejemplares heridos o acorralados nunca se puede bajar la guardia y se deben mantener los cinco sentidos en el monte si no quieres acabar con grandes heridas o algo incluso peor.

En la primera escena podemos ver un ejemplo durante una batida en la que el puesto es muy cerrado y tan solo se oye la ladra acercándose hacia el cazador. De repente se empieza a mover la vegetación de alrededor y de entre los matorrales aparece un enorme cochino que se va directo a por el cazador sin que este tenga apenas tiempo para reaccionar.

En el segundo caso, la nieve dificulta un poco más el ataque del suido, aunque la situación es muy similar. La orografía del terreno y la vegetación de la zona no permiten adivinar por dónde va a aparecer el cochino, por lo que el cazador poco puede hacer salvo apartarse en el momento justo para no acabar revolcado.

En la tercera escena la situación es prácticamente igual que en el primer caso. Un puesto cerrado, perros acosando al animal hasta el cazador y este acaba sorprendido al no ver por dónde podría aparecer el animal, aunque este provocase mucho ruido en su acometida.

Por último, el cuarto lance es el que desentona más respecto a los anteriores ya que se trata de una toma de caza con arco. En ella, el cazador dispara una flecha contra un enorme cerdo salvaje que, lejos de huir, emprende una frenética embestida contra el hombre que de no estar preparado hubiese acabado muy mal.

https://www.facebook.com/watch/?v=2009263796062297&t=0

Tres hombres detienen hábilmente el ataque de un jabalí usando palos

Tres hombres detienen hábilmente el ataque de un jabalí usando palos
Dos momentos del ataque del jabalí. /Instagram

El vídeo del jabalí que te mostramos a continuación bien podría haber sucedido hace miles de años en el planeta tierra… pero es actual. En él se ve cómo un enorme jabalí huye de una rehala y se dirige directamente a atacar a tres hombres que están armados con palos con las puntas afiladas. Al llegar a ellos, los hombres detienen la embestida del animal usando los palos, que hacen caer al jabalí. Te lo mostramos en este enlace.