El furtivismo es un gran problema, a día de hoy, no solo para la caza, sino también para nuestro país en general. Esta práctica es una lacra que perjudica seriamente la gestión de las poblaciones de especies cinegéticas en España y, por ello, es muy perseguida por el Seprona. En el siguiente vídeo podemos ver una de las acciones de este grupo de la Guardia Civil que, en concreto, afecta al furtivismo con galgos.

El segundo caso del vídeo que exponen en él nos muestra cómo, en Madrid, varios agentes reciben un aviso del guarda rural de un coto cercano a la zona en la que estaban realizando el servicio. Ante tal situación, se personaron en el lugar que le habían indicado.

Al llegar, sorprendieron allí a tres individuos que estaban practicando la captura ilegal de liebres con galgos. Es importante matizar que, en esta práctica furtiva, los galgos se consideran medios para la comisión de un delito contra el medio ambiente.

El enfrentamiento de los furtivos con los agentes del Seprona

Acto seguido, los agentes del Seprona les pidieron la documentación de cada uno de ellos y de los perros y les informaron de que los actos que estaban llevando a cabo son considerados un delito. Además, algunos de los canes ni siquiera llevaba microchip, algo que puede suponer una multa desde los 500 a los 6.000 euros.


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De igual modo, también les solicitaron a los furtivos la documentación del coche que había en el lugar. Tras esto, los agentes les explicaron que los hechos que se habían encontrado podrían dar lugar a sanciones económicas y penas de cárcel de hasta dos años.

Al escuchar estas posibles consecuencias, los individuos se enfrentaron a la patrulla del Seprona y mostraron su incredulidad ante el riesgo de entrar en la cárcel «solo por estar aquí cazando», dijo uno de los presentes.

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