El podenco andaluz es uno de los mejores perros para practicar la caza menor. Es un trabajador nato, más conocido por sus aptitudes con las piezas de pelo, pero que se desenvuelve a la perfección también con la pluma, como demuestra el vídeo que compartimos a continuación. Lo protagoniza Cristian Arenas, un cazador jiennense propietario de Lonko, el podenco andaluz de tres años que aparece en escena.

Según relata el cazador a la redacción de Jara y Sedal, el día en el que grabó el vídeo se encontraban en el coto de Gor (Granada). Y sobre el can, destaca que «es un perro cariñoso, noble, trabajador y con una caza muy templada». El lance sobre esa perdiz «fue llegando a unas esparteras espesas», comenta el dueño. «Vi que estaba tocando una perdiz por su forma tan característica de que, cuando tiene una pieza cerca, mueve el rabo de forma circular. Levantó la pieza a unos 25 metros y vi que en el segundo disparo la toqué, pero seguía volando», explica Arenas.

El perro sabía que esa perdiz iba a caer y no le perdió la pista. «A continuación, saqué mi móvil para grabar el lance, porque cayó a más de 150 metros», explica Cristian. El can acudió corriendo al lugar en el que había visto que había ido la perdiz y la acabó cobrando.

«Sabía que no pararía de buscar hasta que diera con ella»

Cristian Arenas y Lonko. © C. L.

De Lonko, su dueño dice que «es un perro muy trabajador». «Sabía que no pararía de buscar hasta que diera con ella y así fue», recuerda de este lance. Una vez encontró la pieza el perro, «la trajo a mis manos sin ningún problema, culminando así un precioso lance», recuerda el cazador.

Posteriormente también le cobró una perdiz de ala «que la tuvo que trabajar mucho, pero que también resolvió satisfactoriamente», cuenta Arenas por último sobre un día de caza para el recuerdo.