Cuando un pescador está preparando una jornada para capturar al rey del invierno, el lucio, lo normal es que disponga de todo tipo de señuelos que hagan las delicias de estos enormes depredadores. Pero hay uno de ellos que no está demasiado extendido en nuestro país y que es todo un espectáculo en el agua: otro lucio.
Los lucios pueden ser animales caníbales. Y para muestra, este señuelo. A estos depredadores que pueblan las aguas de nuestro país se les puede ver con este tipo de comportamientos, en los que además de otras clases de peces, se pueden comer a los de su misma especie.
Este pescador se planteó precisamente eso, usar un señuelo con la forma de un pequeño lucio para ver si ejemplares más grandes picaban el peculiar cebo y… ¡sorpresa! Consiguió hacerse con varios de ellos.
Su peculiar piel sirve para evitar ser descubiertos en edades tempranas
La peculiar piel del lucio, verdosa y con rayas oscuras, se asemeja a plantas que puede haber en el fondo del agua precisamente para poder esconderse en edades tempranas con el fin de evitar ser descubiertos por otros peces de mayor tamaño de su misma especie, u otros depredadores, y caer entre sus afilados dientes. Por eso el lucio siempre busca las profundidades, especialmente cuando llega el calor.
Así es el señuelo de lucio… para pescar lucios
El señuelo que utiliza este pescador se trata de un Swimbait de lucio hecho a medida en Polonia. El señuelo está fragmentado en tres partes para facilitar así el buen movimiento en el agua.
Sin duda, lo más llamativo del vídeo es que parece engañar al mismo lucio… ¡en dos ocasiones!