Hace unos meses, un aficionado catalán que grababa un vídeo cazando jabalíes con Laika de Siberia Occidental, una raza de perro poco extendida en nuestro país, grabó unas impactantes imágenes que compartió con los seguidores de Jara y Sedal. La increíble forma con la que estos canes seguían el rastro de los macarenos, su sigilosa forma de cazar y su apabullante precisión a la hora de sujetar a las piezas, sorprendía a todos aquellos que lo vieron.

Este medio contactaba con el cazador, Carlos Asensio, que vive en el Prepirineo catalán y nos contaba entonces todos los detalles de la cría de esta raza de perros con la que caza desde hace siete años. Ahora, en el inicio de la temporada de caza mayor en su comunidad autónoma, ha enviado a nuestra redacción el vídeo del emocionante lance a un jabalí por parte de dos de sus canes.

En él, los perros persiguen a un jabalí en medio de un frondoso bosque y el cazador acierta en un lance de infarto.

Carlos utiliza dos variedades de Laikas

Carlos tiene dos variedades de Laikas de Siberia que usa para la caza del jabalí: el Laika de Siberia occidental, de tamaño más grande, y el Laika ruso-europeo, de talla más pequeña y «más nervioso», asegura Asensio. «Tengo once laikas, pero llevo normalmente a cazar siempre tres adultos, porque si no esta raza se vuelve demasiado agresiva».

Fue un amigo ucraniano el que le regaló el primer cachorro «y desde entonces me enamoró la raza», afirma Asensio. «Nunca había visto vídeos de perros de esta raza cazando, pero a través de este compañero empecé a investigar sobre ella. Vi cómo cazaba el cachorro que me regaló y me quedé maravillado», explica.  

¿Por qué los Laikas deben cazar sólo con perros de su misma raza?

Como se puede apreciar en el vídeo, la forma de cazar de un Laika es distinta a la mayoría de razas europeas que han sido seleccionadas para levantar y acosar reses hacia los puestos donde los cazadores esperan su llegada para abatirlas. «La función del Laika es cazar la presa batiendo el terreno a media o larga distancia en una búsqueda silenciosa, usando vista, oído y olfato al máximo».

Al dar con el jabalí, lo marcará con su típico ladrido; si el cochino arranca, saldrá a una gran velocidad intentando por todos los medios cortar su huida, atacando con gran inteligencia; si el jabalí es grande y conlleva peligro, el perro lo atacará por los flancos, la parte trasera y los corvejones hasta dejarlo prácticamente inmóvil esperando la llegada del cazador. En el caso de que el jabalí sea mediano o no suponga peligro para el Laika, éste lo sujetará de la cabeza como haría un perro de agarre normal.