Javier Losa Alarcón no es ningún profesional de la canción y, hasta hace unas semanas, tan solo se atrevía a arrancarse junto a su mujer o en la ducha. Tiene 37 años y es un tipo sencillo que vive en una pequeña pedanía de Jaén: La Venta de los Santos. Un día se decidió a grabarse en vídeo y compartirlo en su perfil de Facebook. Ahora muchos cazadores le piden a diario que comparta alguna de sus canciones y así «les alegre el día».

Si hemos aprendido alguna lección de la pandemia del coronavirus es que, si hay algo que puedes hacer hoy, no lo dejes para mañana. La filosofía Carpe Diem ha calado hondo también en Losa, por lo que, en cuanto termina de escribir una canción, se graba interpretándola y la comparte con sus seguidores. «Mi hermano me dice que las repase y que lo grabe bien, pero yo estoy deseando de compartirla, de alegrar a la gente y las publico enseguida», relata a Jara y Sedal sobre los vídeos que comparte a diario.

Cazador, se nace

Javier Losa nos cuenta que, a pesar de que su padre no era cazador, siempre se ha sentido muy atraído por la actividad cinegética. «Tengo además muchos familiares y amigos a los que les gusta la caza. Incluso mi mujer quiere ahora sacarse el permiso de armas», afirma.

Es tal su pasión por la caza que, un día al venir de trabajar cogió papel y boli, escribió lo que le salía «de dentro» y se puso a cantar. «Encendí el karaoke que tengo en casa y me puse a interpretarla, pero no me di cuenta de que mi mujer me estaba grabando. Después dije, ¡leches!, ponlo ahí enfrente que me voy a grabar. Cuando terminé le pregunté si lo subía a las redes sociales. Y ya la gente empezó a animarme, a decir que estaba muy bien y que continuara».

Una de las canciones más emotivas la ha dedicado a su hija, que si bien ahora tiene tres años, confiesa que le encantaría que fuera cazadora. También ha tenido el detalle de escribir unas estrofas casi improvisadas para los seguidores de Jara y Sedal. Compartimos ambos vídeos a continuación pero te recomendamos que eches un vistazo a su blog personal, viniendo de alguien amateur que lo hace para alegrar a la gente merece todos nuestros respetos.