Las habilidades de los animales son sorprendentes. La genial capacidad de las lechuzas y los búhos para girar su cabeza es increíble, pero otro ave compite con ellos en cuanto a su efectivo movimiento de cuello se refiere: el cernícalo americano.

Hace unos días, la Fundación Biodiversidad compartió un vídeo en Twitter en el que demuestra la sorprendente habilidad de un cernícalo para mantener su cabeza estabilizada, algo que le sirve para que, en pleno vuelo, se centre en sus presas y no separe su vista de ellas.

Por mucho que el hombre que graba el vídeo y sostiene al ave con sus manos mueve el cuerpo del animal, la cabeza de esta se mantiene completamente quieta y siempre equilibrada en el mismo plano. El efecto es similar al de un gimbal, una plataforma motorizada que se encarga de mantener un objeto estabilizado en todo momento, en la mayoría de los casos una cámara o un smartphone.

El protagonista de la grabación: un cernícalo americano

El cernícalo americano se trata del falcónido más pequeño y el cernícalo más conocido y expandido en América del Norte. En el campo abierto se lo suele ver posado en los cables a lo largo de la carretera o desplazándose a baja altura, batiendo las alas rápidamente en busca de algún saltamontes para atacar. Los cernícalos nidifican en cavidades en árboles, en lugares que les puedan servir como lugar de nidificación, o pueden servirse de cajas en altura para vivir.

El cernícalo en nuestro país: un ave que suele anidar en entornos urbanos

EI cernícalo, según el estudio científico de Juan José Negro Balmaseda, es probablemente el ave de presa que sufre una regresión más importante en España desde Ia promulgación del Real Decreto que en 1973 declaraba protegidas a todas las rapaces ibéricas.

La tendencia regresiva es general en toda su área de distribución Europea y sus causas no se conocen con precisión. «Resulta sorprendente, además, la escasez de información sobre aspectos básicos de la biología de la especie, especialmente considerando su carácter gregario y accesibilidad (nidifica habitualmente en núcleos urbanos)», explica el autor, de ahí que imágenes como esta del ave anidando en balcones y ventanas ya se hayan repetido en otras ocasiones.