Su nombre es José Manuel Media Vara ‘Zorrillo’ y es un conocido recortador, natural de Arévalo, en Ávila, y residente en el municipio madrileño de Majadahonda. En cambio, fue en la provincia de Palencia donde una jornada de caza terminó con el premio de un increíble ejemplar de jabalí medalla de oro.

Ya el pasado año, este mismo protagonista vivió otro lance digno de destacar y de él nos hicimos eco también en este medio. En esa ocasión consiguió abatir un espectacular jabalí de 140 kilos de peso en una finca de la provincia de Cáceres.

Ahora ha vuelto a tener la oportunidad de experimentar otra escena que, sin lugar a dudas, recordará durante mucho tiempo y seguirá forjándole como cazador.

Un puesto con recuerdo de la pasada temporada

Ocurrió el pasado 24 de febrero de 2024 en un día, según ha contado al equipo de Jara y Sedal, «adverso con mucho viento y lluvia». «Llegamos a las 09:00 horas al sorteo», ha comenzado recordando, «mi mujer Renata, mi hija Paula y yo».

Fue su hija la encargada de sacar el puesto y, al verlo, el dueño de la finca le comentó que, en ese mismo, el año pasado se escapó un «macareno importante y que estaba seguro que pasaría por ahí este año».

A las 10:00 horas ya estaban todos los cazadores en sus respectivos puestos. «Saqué mi rifle Remington Seven calibre 7-08 con visor Browning 1,5-6×42 y lo armé con balas Norma TIPSTRIKE 160grs», ha detallado José Manuel.

En concreto, el puesto que les tocó fue el 14. «A los 30 minutos de ponernos, mi hija me cantó el paso de un guarro, pues era imposible escuchar las ladras», ha continuado. Entonces, lo metió en el visor, disparó y consiguió dejarlo herido. Finalmente, lo remataron en el puesto de abajo, «a unos 500 metros».

© J.M.M.V.

«Siguió pasando la mañana y a las 11:30 horas me pasó una pelota de seis cochinos en la que dejé a dos pinchados», ha añadido el recortador. A estos le siguió «una gran cochina» que pasó por el cortadero, pero no disparó ya que se dirigía al puesto 15.

Así fue el lance para cazar al jabalí

Algo más tarde, «una pelota de ocho jabalíes» se quedó parada ante José Manuel al salir del monte. «Disparé al primero, parado, y a tres más después y logré quedarme con dos», ha explicado. Sin embargo, aún no podía quitarse de la cabeza el primer lance de la mañana, ese macareno que apareció solo.

Una vez que terminó la montería y «después de ver más de 13 jabalíes y varios corzos de muy buen porte», el recortador bajó a recoger los cochinos con la organización.


Cazan uno de los jabalíes más grandes del mundo


Fue entonces cuando llegaron a los puestos de más abajo y vio «la sorpresa». «No me creía el pedazo de macareno», ha destacado recordando la imagen. Sin embargo, al haber sido rematado por el puesto de abajo, decidieron dejar el trofeo original en la finca y quedarse cada uno con una copia.

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«Por segundo año consecutivo conseguía abatir un medalla de oro. Un día que jamás olvidaré por el trato de la orgánica y, sobre todo, el puestazo que me tocó», ha concluido el conocido recortador.