El cazador de este vídeo oye llegar al jabalí. El animal puede entrarle en el puesto en cualquier momento, pero no tiene claro por dónde. Moraleja: ¡hay que estar más atento!

Por Carlos Vignau / Redacción Jara y Sedal

cazador jabalí
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Una batida de jabalí de esas con la que todo cazador sueña. Mucho campo de visión, un paraje inigualable y un rifle entre las manos. La única pega que tiene un día como el del vídeo es que hace mucho aire, nuestro peor enemigo.

En una batida que se celebra bajo estas condiciones hay que tratar de estar más atento de habitual y, a ser posible, portar unos buenos tapones con amplificador de sonido. Es un básico en el equipo de todo cazador que nos permite detectar la llegada del jabalí al tiempo que cuidamos de nuestra salud auditiva. En cualquier momento puede asomar el cochino y, si no le hemos oído entrar, nos pillará con la guardia baja.

El cazador siente llegar al jabalí…

En este caso, el jabalí aparece trotando en el monte bajo que el cazador tiene en frente. Parece que desde el puesto siente llegar a la presa y encara su arma… pero lo hace en el lado equivocado.

Mientras el cazador espera que el jabalí rompa por su izquierda el animal lo hace por la zona contraria. Ni los silbidos de aviso que lanza al aire su compañero, ubicado en una torreta, son suficientes para que cambie de posición. El resultado: llega tarde al lance, falla el disparo y le toca tener que aguantar el cachondeo de su cuadrilla gracias al vídeo.

YouTube video

Un cazador, un jabalí y un lance bien ejecutado

En el lado completamente opuesto tenemos el siguiente lance. Grabado a cámara lenta, el vídeo recoge el momento en que el cazador ve cómo se acerca el jabalí, le deja pasar encarando el arma y apuntando a través de un punto rojo, corre la mano y dispara.

El resultado es el que todos cazador espera conseguir cuando disputa un lance con un jabalí: el animal frena en seco y clava el hocico en la tierra para detenerse unos metros más adelante.

Una técnica perfecta

Si nos fijamos en cómo apunta, podemos apreciar que inicialmente, con la escopeta mirando al suelo, espera a que el jabalí salga de la línea de tiro de un tractor que alza la tierra unos metros más atrás –en algunos países no está prohibido disparar junto a la maquinaria agrícola–.

Después el cazador comienza a apuntar al animal de atrás a adelante valiéndose del punto rojo de Aimpoint Micro que lleva instalado. Y por último, aunque tiene que rectificar, pasa al animal y juzgando la distancia y la velocidad que lleva aprieta el gatillo y acierta.

Puedes ver el vídeo a continuación.