Si eres cazador y te mueves a través de las redes sociales, es posible que en los últimos días te hayas encontrado con un anuncio con el siguiente enunciado: «Media veda en Rumanía. Tórtola y codorniz del 25 de agosto al 15 de octubre. ¿Te lo vas a perder? Infórmate sin compromiso de las nuevas ofertas para esta temporada». Este tipo de publicidad resulta desconcertante en un año en el que la Comisión Europea ha instado a los países miembros a prohibir la caza de la tórtola europea (Streptopelia turtur).

A pesar de que expertos de la talla de Gregorio Rocha, científico, investigador y Doctor en Veterinaria por la Universidad de Extremadura, Ingeniero Forestal y del medio natural, han tildado de ineficaz la medida y han explicado por qué prohibir la caza de la tórtola europea será perjudicial para la especie, las autoridades españolas han seguido la hoja de ruta marcada por la Comisión Europea y un comité científico controlado por los grupos ecologistas prohibiendo su caza para esta media veda 2021. Francia y Portugal han tomado la misma medida, pero han sido los únicos.

¿Qué países de permiten la caza de la tórtola en 2021?

La caza de la tórtola se sigue practicando en Austria, Bulgaria, Chipre, Grecia, Malta, Rumanía y (previsiblemente) Italia. En este último han tenido que reducir el cupo de capturas a la mitad, por lo que se cazarán unas 400.000 tórtolas (250.000 si Italia finalmente no la autoriza). En total siete de los diez países europeos en los que normalmente se caza la tórtola en verano y otoño autorizarán su captura. En el caso de los italianos, el Gobierno ha abogado por establecer un ‘cupo cero’, aunque de momento no lo ha hecho efectivo, puesto que varias regiones del país son partidarias de permitir la caza de la tórtola.

Además, esta especie también se sigue cazando con normalidad en otros países vecinos como Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia, Turquía o Ucrania. Por supuesto, en el norte de África y el Medio Oriente, la especie también se puede cazar.

Captura de una oferta publicada en un grupo de cazadores de Facebook.
Captura de una oferta publicada en un grupo de cazadores de Facebook. © Facebook

Los datos de los ecologistas anticaza, la base de la prohibición

¿Por qué esta diferencia? ¿La prohibición no era para todos por igual? La respuesta es no. En el caso de España, Portugal y Francia la ruta migratoria es diferente (las tórtolas van de norte a sur) y los datos empleados por el comité científico que ha apostado por prohibir su caza se basan en informes recogidos por grupos ecologistas como SEO/BirdLife, una organización que ya ha demostrado su más que cuestionable rigor científico en casos como el ‘silvestrazo‘ o con el conteo de la codorniz (Coturnix coturnix), de la que llegaron a decir que en España sólo habitaban 300.000 ejemplares, cuando la realidad es que se cazan alrededor de 1,1 millones por temporada. De hecho, hoy mismo han pedido que se prohíba su caza, a pesar de que en una reciente entrevista José Domingo Rodríguez Teijeiro, Catedrático de Zoología del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona y el mayor experto en codorniz de nuestro país, también explicaba que la caza no afecta al tamaño de población de la especie.

En el caso de los países que permiten su caza la ruta migratoria avanza del centro hacia el este (Asia) y allí no cuentan con datos como los elaborados por SEO/BirdLife para justificar la prohibición de la caza. A pesar de esa carencia de datos la Comisión Europea ha recomendado una reducción del 50% de los cupos de caza. 

Esto está siendo aprovechado por algunas empresas que han visto en la prohibición española un filón para hacer negocio y provocar que las inversiones económicas derivadas de la caza esta especie (que hasta este año repercutían en la economía española) vuelen a países como Rumanía.

Los cazadores portugueses estudian llevar a su estado a los tribunales

La polémica y, seguramente ineficaz, medida de prohibir la caza es un hito para las organizaciones anticaza, pero un desastre para la propia especie y para la economía rural, por este motivo las principales asociaciones de cazadores de Portugal -la Federación Portuguesa de Caza (Fencaça), la Asociación Nacional de Propietarios Rurales (ANPC) y la Confederación Nacional de Cazadores Portugueses (CNCP)- han anunciado que tomarán medidas legales contra el estado por prohibir su caza.

Los representantes de los cazadores pedirán indemnizaciones por las pérdidas que supone que su caza se limitara poco tiempo antes de la apertura de la temporada, cuando muchos cotos ya habían hecho importantes inversiones para cazarla.

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