Sabemos que es muy tentador ver a un animal joven y frágil e intentar intervenir y ayudarlo, y más aún si es una cría. Es el instinto de muchas personas, aunque debes saber que ese animal no está ahí por casualidad. Su madre está cerca y lo vigila.
Es una experiencia increíble salir al campo y disfrutar del esplendor de la naturaleza, pero por favor, los animales se observan desde la distancia ¡no debes tocarlos! La primavera es un momento importante en la vida de un recién nacido, y nuestra intervención podría poner en riesgo su vida.
No están abandonados, si los tocas podrían morir
La mayoría de los mamíferos esconden a sus crías y vuelven periódicamente para amamantarlas. Cuando no vemos a los progenitores y encontramos animales jóvenes suponemos que los recién nacidos han sido abandonados, pero casi nunca es así. La madre sabe dónde están sus crías, y volverá a cuidarlas.
Es común que los polluelos, en el caso de las aves, abandonen sus nidos antes de que puedan volar. Los padres continúan cuidándolos mientras están en el suelo, trayéndole comida y tratando de protegerlos mientras se encuentran en este vulnerable periodo.
Su madre te podría atacar
Además, acercarse demasiado a las crías de los animales puede ser muy peligroso. Hemos visto varios casos con hembras de jabalí. La madre del animal mostrará un comportamiento muy agresivo cuando los humanos se acerquen a sus pupilos. Si alguna vez te encuentras en esta situación debes salir del área de inmediato. Hasta el animal más inofensivo del mundo puede hacerte pasar un mal rato. Está en su naturaleza proteger a sus crías.
La mejor opción si localizas una cría, sea del animal que sea, es dejarla sola. No está abandonada. Si alguien coge un animal «huérfano» y se lo lleva a casa, debe devolverlo inmediatamente al lugar exacto en el que lo encontraron.
Un vídeo que conciencia sobre la prevención de molestias en época de cría
La Fundación Artemisan también hizo un llamamiento a todos aquellos que durante la primavera y el verano salen al campo para que disfruten del entorno con la máxima responsabilidad y respeto, teniendo en cuenta que muchas especies están en plena época de reproducción y cría.
Carlos Sánchez García-Abad, coordinador de investigación de Fundación Artemisan, advertía de este mismo hecho en la primavera de 2018 en el siguiente vídeo.
«Si te lo llevas, morirá»
Bajo este lema la Asociación del Corzo Español presenta cada año en estas fechas su campaña de concienciación del Proyecto Corcino.
A través de ella invitan a la difusión del cartel de la campaña correspondiente, para que los cazadores lo coloquen en lugares destacados de sus páginas web o, directamente, imprimiéndolo y colocándolo en un lugar visible, de forma que el mensaje llegue a todos los rincones de nuestra geografía rural.
Si estás interesado en colaborar con esta campaña puedes descargarte la información desde la página web oficial de la ACE www.corzo.info o solicitar que te lo envíen, en formato electrónico, dirigiéndote a la dirección [email protected].
¿Qué sucede si los toco?
Desobedecer los anteriores consejos nos recuerda el caso que relatamos hace tiempo en el que un grupo de animalistas se encontraron a una cría de corzo sola y se la llevaron para «rescatarla de la caza». Sin embargo, lo que probablemente hicieron fue arrebatársela a su madre y poner en riesgo su vida, además de incurrir en un presunto delito.
Hay más ejemplos, como el caso de la cría de ciervo que un agente de la Guardia Civil acariciaba en un vídeo subido a Twitter. Las imágenes fueron tomadas en las cercanías de la localidad de Zubiri, en Navarra y arrancaron el aplauso del público general… y la reprobación de los cazadores.
Se lleva a casa el pompón de un gorro pensando que era una cría de erizo y lo cuida durante horas
Al tocarlos, contaminamos a la cría con nuestro olor, lo que en el caso de los corzos puede provocar que la madre no la reconozca y la abandone, condenándola a un dramática muerte.
Hay que destacar por último que, tal y como apunta Jaime Valladolid, experto en derecho cinegético y colaborador de Jara y Sedal, «para la tenencia en cautividad de este tipo de animales hace falta estar en posesión de una autorización expresa de la Administración. De no tenerla, nos podríamos enfrentar a una sanción administrativa».