Las redes sociales son una oportunidad perfecta para miles de cazadores de compartir imágenes cotidianas que viven y que dejan para el recuerdo escenas realmente enternecedoras, como la que te mostramos a continuación con un galgo y una liebre como protagonistas.

En ella se ve cómo la liebre y el galgo juegan en el sofá de la casa de un cazador en una grabación que se ha compartido cientos de veces y alcanza miles de reproducciones a través de Facebook.  Probablemente el cazador cogió a la rabona cuando aún era un lebrato, de ahí su familiarización con el entorno doméstico y que el galgo no la ataque.

Aunque el galgo no intenta capturar a la liebre en el domicilio, probablemente en el campo sí despierte esa pasión por perseguirlas que llevan en sus genes. Te mostramos a continuación las imágenes que los cazadores no paran de compartir a través de sus teléfonos móviles:

YouTube video

Este perro de caza se encuentra con una liebre ¡y se ponen a jugar!

Este perro de caza se encuentra con una liebre ¡y se ponen a jugar!
Bretón y liebre. / YouTube

El siguiente vídeo muestra el momento en el que un bretón aparentemente joven persigue a una liebre probablemente criada en cautividad que le planta cara. El perro hace intención de jugar en todo momento pero la liebre no se amedrenta. La desternillante situación provoca la carcajada continua de los cazadores que filmaron la escena.

A medida que avanza el vídeo, de algo más de un minuto de duración, se ve cómo la liebre definitivamente no quiere jugar y gira sobre sí misma para hacer frente al cachorro a zarpazo limpio. Te lo mostramos en este enlace.

Una liebre acosada se para y ataca a un perro

El vídeo que a continuación te mostramos no para de compartirse a través de las redes sociales. En él se puede ver cómo otro perro corre alrededor de una liebre sin llegar a atreverse a morderla en ningún momento mientras la rabona gira sobre sí misma para defenderse. 

A medida que avanza la grabación podemos identificar que posiblemente se trata también de animales jóvenes, pero que no les faltan agallas, sobre todo a la liebre. Esta última, cuando ve que el perro la acosa insistentemente y no puede escapar se detiene ¡y defiende su territorio! Te lo mostramos en este enlace.