La polémica Ley de Bienestar Animal que Unidas Podemos pretendía tener aprobada antes de que acabase el año continúa varada en el Congreso. Los desacuerdos entre los socios de Gobierno han provocado un tira y afloja que ha hecho encallar la normativa.

Recordamos que hace unas semanas los socialistas defendieron que su enmienda presentada en la que se excluían a los perros de caza, rehalas, aves de cetrería y animales auxiliares continuaría adelante en su tramitación y esperaban contar con el apoyo de otros grupos políticos pero la formación morada se opuso a ello. La pasada semana, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 -dirigido por Unidas Podemos- propuso al PSOE un punto intermedio para la protección de los perros de caza con el objetivo de desbloquear las negociaciones de la ley, fijándose ésta en la Ley de Bienestar Animal de Castilla-La Mancha, pero tampoco hubo acuerdo.

Ese es precisamente el escollo que PSOE y Unidas Podemos mantienen desde agosto -los perros de caza-, cuando la ley se trasladó a la Cámara Baja. Esta misma mañana se retomaba la ponencia del proyecto de ley por segundo día consecutivo, pero terminaba de la misma forma que empezó: sin acuerdo y sin nueva fecha de convocatoria para retomar el debate.

Su aprobación se retrasa hasta una nueva convocatoria

Según fuentes consultadas por Jara y Sedal, es probable que la ley animalista no se apruebe tan pronto como tenía intención Unidas Podemos y lo normal es que tenga que esperarse hasta el mes de febrero para debatirse en una nueva convocatoria.

Por su parte la Comisión de Derechos Sociales retomaba este martes la ponencia del proyecto de ley, después de que ayer PP y PNV firmasen una enmienda transaccional con el grupo socialista para excluir a los perros de caza. La modificación excluiría de la polémica normativa a aves de cetrería, los perros pastores y de guarda del ganado y perros de rescate, animales de compañía utilizados en intervenciones asistidas o los animales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de las Fuerzas Armadas. En la misma enmienda se propuso que los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza contaran con una legislación propia o, en todo caso, con la legislación autonómica correspondiente.

Además, hay quien señala que precisamente este último hecho, que los perros de caza pudieran quedar fuera de la ley animalista, podría hacer peligrar la continuidad de la normativa.

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