La tramitación de la ley animalista ha vivido unas semanas de infarto en las que los grupos parlamentarios que integran el Gobierno –PSOE y Unidas Podemos– han tenido un gran número de desencuentros, especialmente por la cuestión que atañe a los perros de caza. A pesar de que parecía que, por momentos, la ley quedaría encallada, el texto continuó su tramitación parlamentaria con la fase de ponencia y hoy ha ido a la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad. Esta se ha reunido para dictaminar los informes de ponencia sobre el Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales y el Proyecto de Ley Orgánica de modificación de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en materia de maltrato animal.
Durante su celebración finalmente ha sido aprobada la enmienda del PSOE que establece que los perros de caza, así como otros que tienen actividades específicas, quedan fuera de la ley animalista. Su aprobación ha sido posible gracias al apoyo de PP, PNV y Ciudadanos –que se sumaron a la enmienda– y al apoyo de Vox.
Concretamente el texto de la enmienda aprobada dice lo siguiente:
-Se propone adicionar una nueva letra e) al apartado 3 del artículo 1, con el siguiente tenor:
«e) Los animales utilizados en actividades específicas (las deportivas reconocidas por el Consejo Superior de Deportes, las aves de cetrería, los perros pastores y de guarda del ganado) así como los utilizados en actividades profesionales (dedicados a una actividad o cometido concreto realizado conjuntamente con su responsable en un entorno profesional o laboral, como los perros de rescate, animales de compañía utilizados en intervenciones asistidas o los animales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de las Fuerzas Armadas). No obstante, les será de aplicación lo establecido en el artículo 24 respecto de obligaciones generales y el artículo 27 relativo a las prohibiciones. Igualmente quedará excluidos los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza que contarán con una legislación propia según lo establecido en la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética».
¿Esto qué supone?
Recordamos que aunque a los perros de caza se les excluya de la normativa, seguirían vigentes otras partes del articulado como las prohibiciones con polémicas sanciones de hasta 10.000 euros por ejercer la mendicidad con un can, que una perra se quede preñada sin permiso, dejar peces sin supervisar más de tres días o que tu perro esté en el patio.
Recordamos que Unidas Podemos ya se planteó no votar a favor del proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales si el texto incorporaba finalmente la enmienda del PSOE que excluye de la norma a los perros de caza para dotarlos de su propia normativa.
No olvidemos también que los grupos parlamentarios ya dieron luz verde a la reforma del Código Penal que podría acabar con la caza al modificar la consideración de maltrato animal extendiendo la actual cobertura, que y protege a los animales domésticos, a todos los animales vertebrados.
Las leyes más rechazadas de la historia
El pasado 20 de marzo, más de medio millón de personas clamaron en Madrid en contra de la ley animalista y la reforma del Código Penal que podrían acabar con la caza tal y como la conocemos hoy en día. Fue la manifestación más grande de los últimos tiempos, que logró que numerosos partidos pidieran la paralización de ambas normas y modificaciones sustanciales, pero que no sirvió para que el Ministerio que dirige Ione Belarra variase su hoja de ruta.
Desde entonces, han sido cientos de voces de expertos, científicos, profesionales, agentes del mundo rural y afectados las que se han unido en la advertencia de que estas leyes tendrán nefastas consecuencias para la sociedad y para los propios animales en cuestión.