Boni Moreno, leñador de profesión oriundo de la localidad sevillana de Almadén de la Plata, ha difundido un vídeo en su cuenta de Facebook en el que pone de manifiesto la ignorancia de un ecologista que le ha increpado a través de esta red social con un comentario sobre la poda de una encina. El árbol no había sido podado convenientemente, por lo que uno de sus tres grandes brazos cayó al suelo por la acción del viento, desestabilizando la copa. Las fuertes lluvias y el viento que azotaron la zona en los últimos días hicieron el resto haciendo que la encina cayese y se perdiera para siempre.

En la filmación, Moreno aparece junto al árbol y dedica sus palabras al ecologista que anoche abogó por meter en la cárcel al leñador lo más rápido posible «por delito ecológico». «En todo caso sería delito medioambiental, pero aquí no estamos cometiendo ningún delito», expone Boni en la grabación.

«Los que nos dedicamos a la leña miramos más por un árbol que ellos»

Un leñador podando una encina que evitará precisamente que suceda lo que muestra el vídeo. © JyS

«Esto no es ningún delito ecológico. Este es un ecologista subvencionado, de los que tiene el Gobierno dándole un buen sueldo y sin trabajar, y no dejan de dar por c… a la gente del campo y a la que nos dedicamos a la leña», defiende. «Los que nos dedicamos a la leña miramos más por un árbol que ellos, porque ellos no saben lo que es», indica el leñador.

«Y para que vea ese hombre que aquí no hacemos delito ecológico, sino que es lo que él está haciendo comiendo del cuento, que con la sequía la arboleda tiene las raíces muy tocadas y ha sido arrancada de patillas», expone durante la filmación. «Los que nos dedicamos a la leña miramos más por un árbol que ellos, que no tienen más que un árbol de Navidad y es capaz de ser hasta sintético», denuncia en el vídeo.

«Esta encina la llevo viendo cincuenta años»

«Nosotros, las leñas, las hacemos con las encinas que se caen y se secan. Esta encina la llevo viendo cincuenta años, y cuando la vi caída, si me hubieran cortado un dedo, no me hubiera dolido más. Cincuenta años pasando todos los días tres o cuatro veces por ella, fíjate la gracia que te hace cuando viene un vendaval o lluvia y te la encuentras por la mañana panza arriba. Los que nos dedicamos a la leña no nos dedicamos a cortar encinas verdes, pero ellos sí que se dedican a vivir del cuento, que para eso sirven», concluye.

Lamentablemente la actual legislación prohíbe que carboneros y leñadores no puedan podar las ramas de encinas y alcornoques a partir de un determinado diámetro, lo que en muchas ocasiones imposibilita que puedan llevar a cabo podas de formación y mantenimiento. Este hecho deja al amparo de la climatología árboles centenarios como el que aparece en las siguientes imágenes, que pueden derribarse de un día para otro precisamente por una protección ambiental que, en ocasiones, se les vuelve en contra. De ningún modo, como deja claro este leñador, son ellos quienes tengan culpa alguna de este tipo de desastres.