Los servicios veterinarios de la Junta de Extremadura han detectado esta semana un nuevo caso de gripe aviar en La Isla de Mérida. El positivo se confirmó el pasado viernes al Gobierno regional por el Laboratorio Nacional de Referencia de Algete (Madrid) si bien el Ejecutivo extremeño descartó que existan indicios de focos de aves de corral en la región.

El subtipo detectado, H5N1, es el que durante este año está afectando a Europa y no posee una capacidad zoonósica significativa, es decir, su capacidad de transmitirse a las personas resulta muy reducida. En cualquier caso, este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos. No obstante, se recomienda minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertas en el campo.

Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha notificado otro nuevo foco de gripe aviar en aves silvestres que ha afectadoseis animales del municipio de Escurial, en Cáceres, a unos 50 kilómetros de Mérida, lo que supone la extensión de la enfermedad a otra provincia.

La influenza aviar es una enfermedad provocada por el virus de la gripe tipo A que afecta a las aves. El virus está presente de forma natural entre las aves acuáticas de todo el planeta y tiene capacidad de contagiar a otras aves como las de corral domésticas e, incluso, a otras especies animales.

¿Cómo afecta la gripe aviar a los cazadores?

Como hemos comentado en otras ocasiones, es muy difícil que un cazador se contagie de gripe aviar si está en contacto con un animal afectado. Las consecuencias que suele tener la presencia de esta enfermedad suelen ser limitaciones a la actividad cinegética y no es necesario que sea detectado un foco oficialmente para ello. Recientemente hemos visto cómo en la Comunidad Valenciana se prohibía el uso de reclamos de patos vivos en la caza de acuáticas como medida preventiva.

Por su parte el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) elaboró en 2019 un Manual práctico de operaciones en la lucha contra la influenza aviar en el que se establece el protocolo a seguir en caso de que sea detectado el virus en aves.