El cazador Pablo González se encontraba hace unos días realizando una espera en una charca en su coto de la provincia de Cáceres cuando fue testigo de una escena cada vez más habitual en nuestros montes: la de un meloncillo (Herpestes ichneumon) dando caza a dos ranas y posteriormente a una culebra en este lugar. El cazador ha enviado las imágenes del depredador a la redacción de Jara y Sedal, a la que explica que la presencia de este animal en su coto es «cada día mayor», con el problema que ello conlleva para la fauna menor del lugar.

«Hay muchísima densidad de meloncillo en la zona, lo que hace daño a la caza menor, porque se come conejos y pollos de perdiz, además de que probablemente pueda atacar a fauna no cinegética». Aunque González explica que en este coto en concreto no se están dando permisos para abatir esta especie, en Extremadura sí que se pueden solicitar permisos de control para el meloncillo siempre y cuando se demuestre que éste causa daños a la ganadería.

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¿Cómo un meloncillo puede atacar al ganado?

Precisamente hace dos años el ganadero extremeño Jesús Manuel Martín Crespo, célebre en las redes sociales por denunciar la situación que los ganaderos españoles viven día a día, protagonizó un vídeo en el que lamentaba cómo los meloncillos le habían roído las orejas a sus cabras. «¿Cómo estas cabras pueden aguantar eso? Estas cosas nunca me habían pasado», señalaba el pastor en la grabación.

En este sentido, recordamos que el Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos y de las universidades de Málaga, Córdoba y Complutense de Madrid, actualizó hace unos meses la distribución del meloncillo en España. Los resultados muestran que esta especie está presente en la mayor parte de Extremadura, oeste de Castilla-La Mancha y centro-oeste de Andalucía, con algunas citas aisladas en áreas del norte de España