A finales del pasado año el Gobierno de Francia puso en marcha una campaña por la que iba a regularizar todas las armas que estuvieran en posesión ilegal de la población civil sin la intención de sancionar a sus dueños.

De este modo, Francia habilitó 300 puntos repartidos por todo el país y pidió a los ciudadanos que entregaran o registraran sus armas ‘sin papeles’. Hasta ahora y continuando con esa operación, la policía y la gendarmería eran las únicas entidades que podían recoger las armas abandonadas. Sin embargo, el Estado quiere simplificar el procedimiento.

Así, han desarrollado un sistema de prueba en Auvergne-Rhône-Alpes que comenzó el pasado 10 de julio y han confeccionado una lista de siete armerías para cumplir con esta misión. Por lo tanto, los franceses que no quieran tener un arma en casa, recibida como herencia, un cambio de normativa o simple descubrimiento, pueden acudir a uno de esos puntos y realizar el procedimiento.

Francia pagará por número de armas recibidas

El hecho de que las armerías participen en este proceso de la campaña permitirá, en gran medida, dar un respiro y relevar a los servicios de policía y gendarmería. Junto a esto, también da la oportunidad de introducir estas armas en el Sistema de Información de Armas (SIA) para, de esta manera, garantizar su trazabilidad.

Además, el Estado ha anunciado un pago a las armerías dependiendo de la cantidad de armas que hayan recopilado durante un determinado periodo de tiempo. Todo ello se pondrá en práctica a modo de prueba.

Tras comprobar sus resultados, el Gobierno francés tiene en mente la opción de extender el sistema rápidamente por todo el país. Será entonces cuando se ponga en marcha una reforma y 350 armerías autorizadas podrán recuperar las armas abandonadas bajo el control de las autoridades. Estas últimas continuarán siguiendo de cerca el expediente.