Este verano la fauna salvaje -cinegética y no cinegética- está dependiendo más que nunca del agua de los cazadores, ya que la sequía y el calor están castigando a la mayor parte de nuestro país. La cuantía acumulada en los embalses españoles es un 20% inferior a la de hace una década y, por ello, el agua aportada por los cazadores a las especies salvajes es, una vez más, de vital importancia.

Prueba de ello es el vídeo que la Fundación Artemisan ha difundido en el que muestra unas imágenes que les envía su colaborador del Observatorio Cinegético Miguel Ángel Girón Pérez desde Zaragoza. Las instantáneas corresponden a bebederos que aportan agua a la fauna silvestre en estos duros momentos de calor: además de perdices, hay otras especies protegidas como buitres que acuden a hidratarse en este lugar.

Una labor que solo los cazadores hacen

Como hemos recordado en los últimos días en este medio, son los cazadores y las sociedades y clubes quienes, con sus propios recursos y su esfuerzo, trabajan en multitud de tareas de mantenimiento y mejora en los acotados: construcción y mantenimiento de puntos artificiales de agua, aportación de suplementos de comida, desbroces y limpieza de caminos…

Tal y como señala el Estudio de Gestión del Hábitat en Cotos de Caza, coordinado por la Fundación Artemisan, en España más del 85 % de los costes de gestión de hábitat para la caza y otra fauna silvestre que se realiza en fincas y cotos son sufragados por cazadores y gestores. El 68 % de los cotos aporta alimento y ofrece agua en bebederos para las especies cinegéticas, principalmente dirigidas a la caza menor, si bien de ellos se benefician también otras muchas especies de fauna salvaje.