Todos los años, en pleno verano, los cazadores dedican su tiempo y recursos a realizar trabajos en el monte para que los animales sufran lo menos posible las altas temperaturas. Son los cazadores y las sociedades y clubes quienes con sus propios recursos y su esfuerzo trabajan en multitud de tareas de mantenimiento y mejora en los acotados: construcción y mantenimiento de puntos artificiales de agua, aportación de suplementos de comida, desbroces y limpieza de caminos.

En este caso, reparamos en un ejemplo por parte de un coto privado de caza menor ubicado en la localidad alicantina de Castalla que ha construido una balsa de 10.000 litros para dar de beber a la fauna silvestre, sea o no cinegética. José Bernabéu, representante del coto de 600 hectáreas, ha enviado las imágenes a Jara y Sedal y ha relatado que en este lugar hay «mucha población de perdiz, gracias sobre todo a cómo la cuidamos», explica. «En realidad el coto en sí son 600 hectáreas, pero son fincas mancomunadas, y todos los cotos de las otras fincas lindantes tienen más bebederos», puntualiza.

Así construyó un bebedero que incluso filtra y limpia el agua gracias a la energía solar

La construcción de la balsa en el coto alicantino. © J. H.

Bernabéu explica que este bebedero incluso filtra y limpia el agua gracias a la energía solar. «Lo primero que hicimos para construirlo fue realizar la base con una máquina retroexcavadora, esbozando las dimensiones de lo que podría ocupar y, tras ello, con una lona gruesa, aplicamos la base haciendo incluso un dobladillo de esa lona, ampliando la medida que tiene por dos para que tuviese más resistencia a las filtraciones», expone el cazador.

Posteriormente, procedieron a hormigonar todo con una cuba grande. «Fuimos echando el hormigón poco a poco por los bordes para que tenga una mayor resistencia. Usamos un material fibroso para ello», puntualiza. Posteriormente, se le dio una pincelada con cemento líquido y se puso una bomba solar pequeña para que siempre haya una recirculación del agua, con el objetivo de se intente mantener lo mejor posible su calidad y no se estanque. «De esta forma, pueden beber tanto animales cinegéticos y no cinegéticos durante todo el año», manifiesta.

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Así fabricaron el pasado mes los cazadores valencianos balsas de agua para que toda la fauna beba (pagándolo de su bolsillo)

Los cazadores construyendo las balsas. © FCCV

Otro ejemplo de estos trabajos es el que realiza el del club deportivo San Vicente Ferrer de Algimia de Alfara, que está construyendo este verano nuevas balsas e instalando bebederos para satisfacer las demandas de agua de todas las especies que viven en su acotado, tanto cinegéticas -corzos, jabalíes, liebres y perdices-, como no cinegéticas. Así lo hacen.