El corzo es un animal territorial. Es habitual que frote su cuerna contra árboles y arbustos y realice escarbadaduras en el suelo para marcar su territorio e indicar a sus rivales que se alejen. Es un comportamiento que se intensifica durante la época de celo, cuando los machos pujan por cubrir a las hembras que se encuentran en «sus» dominios.

Esta actitud se aprecia perfectamente en el siguiente vídeo, grabado por un cazador que logra acercarse a muy poca distancia de un corzo. El animal se encuentra tan absorto marcando el terreno que no se percata de la presencia del humano, que para remate está acompañado por un perro de caza.

El corzo ataca al cazador

En un momento dado, el corzo se da cuenta de que tiene compañía, y en lugar de huir, que es lo que suelen hacer siempre, corre contra el cazador con la intención de darle una cornada. Él, que lo ve, consigue sujetarlo por la cabeza. Comienza en ese momento un forcejeo entre cazador y corzo mientras la perra del primero, Trufa, no para de ladrar hasta que el cérvido se da por vencido y se aleja de la contienda. El can no lo duda un instante y corre tras quien segundos antes cargaba contra su dueño.

A continuación te mostramos la escena al completo: