Los cazadores federados de todas los Territoriales de la Federación Catalana de Caza -Barcelona, Girona, Lérida, Tarragona y Terres de l’Ebre- decidieron el pasado viernes 3 de septiembre, por unanimidad tras una nueva reunión, no empezar con la temporada de caza.

Desde el pasado mes de julio, la Federación Catalana de Caza y sus cinco representaciones territoriales venían recomendando no iniciar la temporada de caza mayor hasta que el Departamento de Acción Climática de la Generalitat no atendiese las peticiones del colectivo de cazadores de Cataluña, y ahora han ratificado por mayoría esta decisión.

La primera en hacerlo fue la Territorial de Girona: entonces, los cazadores calificaron de «inadmisible» la nueva imposición en la resolución de vedas del punto 8.3. Concretamente este obliga, desde este pasado domingo 4 de septiembre, a notificar las cacerías colectivas «de una forma compleja y nada adaptada a las necesidades de sus federados».

Como explicábamos el pasado mes de mayo en Jara y Sedal, las medidas que obliga la Generalitat son efectivas siempre y cuando vaya acompañado de otras medidas de seguridad, como prohibir el acceso a los viandantes a los lugares en los que se celebran batidas para salvaguardar la seguridad total, algo que los cazadores de Lérida denuncian. Estos puntos ya los tiene impugnados ante la justicia la Federación catalana.