El diario holandés De Telegraaf publicó recientemente una investigación que ha destapado un gran escándalo de la Unión Europea. En el documento desvelaban que habrían pagado a grupos ecologistas, «en secreto», para impulsar los planes ecológicos del ex comisario Frans Timmermans.

Dentro del contexto de la información revelada por dicha investigación, la Comisión Europea ha tomado una decisión para comenzar a ejercer un control sobre ciertas actividades que, según sus propias palabras, «pueden suponer un riesgo para la reputación de la Unión Europea».

Así lo han reflejado en tres cartas, enviadas por la agencia de la Comisión a cargo del proyecto del Pacto Verde, CINEA, a las que ha tenido acceso el diario POLÍTICO. De este modo, han asegurado que en su texto puede leerse cómo han limitado las formas en las que las ONG ecologistas invierten las subvenciones que la UE les otorga desde un fondo al que destinan 5.400 millones de euros del dinero público.

Fin a las subvenciones para hacer lobby

Esa abultada cifra corresponde a las subvenciones del fondo de proyectos medioambientales de la UE, mejor conocido como LIFE, que se planteó como medio de financiación, entre los años 2021 y 2027, para las organizaciones sin ánimo de lucro adheridas a algunos de los proyectos de dicho programa.

Tal y como reflejan las cartas, la Comisión Europea habría dejado sin derecho a recibir esa financiación a las actividades dirigidas a hacer lobby, o dicho de otra forma, grupos de presión dedicados a influir en los políticos o los poderes públicos en favor de determinados intereses. Un ejemplo de ello podría ser el caso destapado por la citada investigación publicada en De Telegraaf.

En este sentido, los documentos mencionan algunas como «organizar reuniones o proporcionar material de promoción» a instituciones o funcionarios concretos de la UE, o «identificar a miembros o funcionarios específicos de una institución para evaluar o describir sus posturas, o debatir contenidos o resultados políticos específicos».


Bruselas ha dado 5.400 millones de euros públicos a las ONG ecologistas que atacan al mundo rural (caza, agricultura, ganadería…)


A pesar de esta medida, las ONG financiadas por el programa LIFE sí seguirían estando autorizadas para realizar, con ese dinero, actividades de comunicación menos asertivas. Estas podrían ser elaborar «informes políticos u otros documentos de investigación» y celebrar «talleres, conferencias, cursos de formación o campañas de sensibilización», según refleja una de las cartas.

Por lo tanto, las organizaciones ecologistas que reciban subvenciones del Programa LIFE deberán revisar sus líneas de trabajo del año 2024 y, así, eliminar cualquier actividad que, a raíz de esos recientes textos, ya no se considere aceptable.

Dicha decisión forma parte de una serie de promesas de la campaña de Partido Popular Europeo durante la últimas elecciones a la UE. Entre ellas, por ejemplo, cabe hacer mención a una rebaja del estatus de protección del lobo, un retraso de la entrada en vigor de las nuevas normas contra la deforestación y un plan para simplificar las obligaciones de información sobre sostenibilidad para las empresas.

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