Una investigación publicada por el periódico holandés De Telegraaf desveló recientemente que la Unión Europea habría pagado «en secreto a grupos ecologistas para promover los planes ecológicos del ex comisario Frans Timmermans». Ahora, nuevas informaciones han dado a conocer que, además, esas ONG también son beneficiarias de un fondo de 5.400 millones de euros procedente del dinero público.

En concreto, esa cifra se corresponde al dinero destinado por la UE a las subvenciones del fondo de proyectos ambientales, más popularmente conocido como LIFE. Debemos saber, en primer lugar, que este programa es su instrumento de financiación en los ámbitos del medio ambiente y la acción por el clima.

Más de 5.000 millones de euros en subvenciones

El fondo de proyectos ambientales lleva en funcionamiento desde 1992 y, en total, ha cofinanciado más de 5.500 proyectos en la UE y en terceros países. En lo que respecta a su financiación, la inversión para el periodo comprendido entre los años 2021 y 2027 ascendió hasta los 5.400 millones de euros.

Dicho de otro modo, más de 5.000 millones de euros del dinero público del que dispone la UE se irá destinado, a modo de subvención, a las ONG ecologistas que formen parte de alguno de los trabajos que se engloben dentro del ámbito de actuación del Programa LIFE.

Entre los grupos ecologistas que forman parte de la lista de beneficiarios de esa financiación, podemos hacer mención a algunos grandes conocidos de nuestro país, como es el caso de SEO/BirdLife, Amigos de la Tierra o WWF.


La UE pagó 700.000 € en secreto a ecologistas para influir en políticas agrícolas que atacan al mundo rural


Dos escándalos de la UE en las últimas semanas

Esta nueva información llega tras la reciente investigación publicada por el mencionado diario holandés a través de la que asegura que desde la Comisión Europea habrían empleado recursos públicos para orientar el debate político y social hacia la aceptación de las políticas verdes impulsadas por Timmermans.

De tal modo, otros 700.000 euros habrían sido invertidos para promover las reformas del excomisario relacionadas con el conocido Pacto Verde Europeo, con el que persiguen alcanzar la neutralidad climática para el año 2050.

No solo eso, sino que el informe también hacía constar que el uso de esos fondos provendría de un fondo multimillonario destinado a subsidios climáticos y ambientales que gestiona la propia Comisión Europea y que se otorgan a grupos ecologistas, como podría ser el fondo reservado para el Programa LIFE.

Asimismo, la investigación confirmó que varios beneficiarios, como la Oficina Europea del Medio Ambiente, Amigos de la Tierra Países Bajos y la sociedad para la preservación de los monumentos de la naturaleza, habrían recibido ese subsidio con la condición de hacer campaña a favor de los planes verdes de Bruselas y Timmermans e influir en el debate sobre agricultura y sostenibilidad.

ONG ecologistas que atacan al medio rural

En los últimos años, diversas ONG ecologistas han llevado a cabo una ofensiva contra el mundo rural en España, poniendo en peligro actividades tradicionales como la caza, la agricultura y la ganadería. WWF, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife, entre otras, han impulsado medidas que afectan gravemente a quienes dependen de estas prácticas para su sustento y la conservación del medio natural.

En 2019, estas asociaciones fueron invitadas al Congreso de los Diputados por Unidas Podemos para exigir la prohibición de la munición de plomo, la prohibición de la caza en Parques Nacionales y la declaración del lobo como especie en régimen de protección especial. Como resultado de su presión, la actividad cinegética fue eliminada en espacios como Monfragüe y Cabañeros, lo que ha provocado una alarmante sobrepoblación de ciervos, jabalíes y otros ungulados, causando graves daños al ecosistema. El lobo, por su parte, fue blindado y se prohibió su control en toda España.

Además, estas entidades han respaldado la ley animalista que amenaza al mundo rural y han promovido restricciones adicionales. SEO/BirdLife, por poner un claro ejemplo, orquestó la prohibición de la caza de la tórtola y ha abogado por el fin de la caza de la codorniz. Estas iniciativas han generado un fuerte rechazo entre los sectores rurales, que ven cómo sus tradiciones y su modo de vida están siendo atacados por organizaciones ajenas a la realidad del campo pero que reciben miles de millones en subvenciones.

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