La cetrería es una de las formas de caza más antiguas de la tierra. Es tan especial que por eso es considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En Jara y Sedal te hemos mostrado en infinidad de ocasiones artículos relacionados con esta modalidad, aunque no es habitual poder disfrutar de los lances de cetrería a cámara lenta. Y eso es lo que te mostramos hoy.

Esta vez los protagonistas son un azor (Accipiter gentilis) y un conejo en una pugna en la que el ave intenta dar caza al mamífero y éste lucha por escapar de sus garras. En ella se puede ver cómo el orejudo, que huye a toda velocidad, no se rinde y se aferra a su vida con todas sus fuerzas. Del mismo modo, el ave rehusa rendirse y acaba consiguiendo su objetivo. Tras varios segundos de pulso, las maniobras del azor vencen la resistencia del conejo.

Uno de los primeros lances de su vida

A los 50 días de edad, los jóvenes azores pueden empezar a cazar por su cuenta; antes de ello comen carroña proporcionada por sus padres. Por tanto, el de este pollo de azor es uno de los primeros lances de su vida. Entre 65 y 90 días después de la eclosión, más o menos todos los azores jóvenes se independizan. Sólo después de la dispersión es cuando los azores comienzan a cazar.

Un azor, además, puede estar hasta 15 minutos tras una presa, unas persecuciones que pueden llegar a ser bastante prolongadas dependiendo de la determinación y el hambre del ave. Además, también cazan en pareja.

José Sarrión Jiménez, delegado de jueces de cetrería de la Federación Andaluza de Caza, apunta a Jara y Sedal que «grabar este tipo de lances es muy complicado en plena naturaleza, y a pesar de que el ave no lleva pihuelas, el lance está preparado». Aún así, no deja de ser espectacular.

El águila de Harris de un cetrero caza un conejo y lo sumerge bajo el agua

aguila harris conejo

El águila de Harris es una de las rapaces más utilizadas en cetrería. Mide medio metro aproximadamente de longitud y sus alas se extienden más de un metro y veinte centímetros. Su peso no es superior al kilo y, como curiosidad, las hembras son más grandes que los machos. Este vídeo está protagonizado precisamente por un águila de Harris que asfixia a un conejo en una acequia.