Como bien sabemos, el meloncillo es una especie de depredador cuya presencia es relativamente nueva en muchas zonas de la Península Ibérica y que, a día de hoy, está en plena expansión en toda España. Esta rápida explosión demográfica está provocando un problema de sobrepoblación con consecuencias muy negativas para otras especies.

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Meloncillo. © Shutterstock

Tanto es así que la propia Federación Andaluza de Caza, hace un par de meses, ya advirtió de este problema a la Junta de Andalucía. De este modo, aseguró que era necesario tomar medidas para frenar la sobreabundancia del meloncillo y garantizar el equilibrio en zonas donde está provocando grandes daños a la biodiversidad. Especialmente entre la fauna menor.

El meloncillo no es una especie cinegética

Uno de los principales problemas para nuestra biodiversidad es que el meloncillo no está reconocido como especie cinegética y, por tanto, no está permitida su caza. Sin embargo, su control es urgente si queremos evitar consecuencias aún más graves en nuestro país. No hay que olvidar que este depredador es terriblemente letal puesto que caza en manada y su reducido tamaño le permite internarse en lugares como las madrigueras de los conejos.

Un estudio del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) ha confirmado la flexibilidad alimentaria de los meloncillos. Son capaces de comer casi cualquier cosa.

Según los análisis de excrementos y contenidos estomacales realizados, esta especie se alimenta, principalmente, de conejos, además de reptiles y micromamíferos. Esto, por lo tanto, evidencia la amenaza que suponen para la supervivencia de otras especies que también depredan sobre esas especies.

Daños al ganado y transmisión de enfermedades

Sin embargo, estos no son los únicos daños que acarrea el descontrol poblacional del meloncillo. Esta especie también ataca al ganado y es transmisor de enfermedades como la tuberculosis.

Meloncillo.
Meloncillo. ©Shutterstock

No es la primera vez que abordamos este tema en Jara y Sedal. Podemos recordar el caso de un ganadero de la localidad de Vitigudino, en Salamanca, que en el año 2021 denunció «un ataque de meloncillo». Esto acabó con la vida de una vaca y tres terneros recién nacidos, así como dos vacas más heridas.

Un año antes, en julio de 2020, el ganadero extremeño Jesús Manuel Martín Crespo ya se hizo eco en las redes sociales de este problema. Publicó un vídeo que mostraba cómo los meloncillos le habían roído las orejas a sus cabras.

«Atacan en manada: son como pirañas que cuando está la cabra dormida la matan y se la cepillan. Y en cuanto a las vacas, cuando están pariendo las atacan y se comen en cinco minutos a la cría e incluso a la madre. Pero lo de las orejas es una cosa rarísima», aseguró.

El meloncillo está muy extendido por toda España y Portugal

Ahora, este nuevo vídeo, difundido a través de diferentes plataformas sociales, nos hace testigos de un nuevo ataque de varios meloncillos a una pequeña cría de liebre.


Los cazadores andaluces alertan de la sobrepoblación de meloncillos y exigen medidas a la Junta


En él podemos apreciar un ejemplo de cómo estos animales van arrasando con todo lo que se encuentran a su paso, como es el caso de dicha cría de liebre que es atacada y devorada viva por varios de ellos.

YouTube video

A día de hoy, el meloncillo tiene una gran presencia en Portugal, pero también en España. Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha son las regiones con mayores poblaciones de esta especie, pero también se está extendiendo al resto de comunidades como, recientemente, Castilla y León.