Un vídeo en el que dos hombres buscan peces en un río mientras uno de ellos sostiene un arma se ha hecho viral en las últimas horas debido a la imprudencia que uno de ellos comete: apuntar con ella bajo el agua y apretar el gatillo.

Una vez se produce la detonación, la onda expansiva y un posible rebote del proyectil le vuelan la gorra al autor del disparo. Cuando se echa manos a la cabeza se da cuenta que el tiro le ha afeitado parte del cabello.

La imagen del cañón del arma abierto como una lata de sardinas muestra lo peligroso que puede ser llevar a cabo una idea tan descabellada como esta. La presión ejercida dentro del cañón tras la detonación, no tuvo por dónde escapar, produciéndose el reventón del arma. Compartimos las imágenes a continuación como el perfecto ejemplo de lo que nunca se debe hacer con un arma en las manos.

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Imprudencia temeraria en una montería: dispara a un jabalí y la bala casi mata a otro cazador

No nos cansamos de repetir las normas básicas de seguridad que debemos respetar siempre durante nuestras cacerías, pero siempre hay algún descerebrado capaz de cometer una imprudencia de este calibre.

En el vídeo vemos la imagen de un cortadero durante el desarrollo de una montería. En el encuadre aparecen un puesto lejano, colocado en la raya del monte, y otro más cerca de la cámara. Este es el vídeo.