El vídeo que te mostramos es el perfecto ejemplo de por qué el mastín es un perro pastor de ganado extraordinario frente a los ataques de osos y lobos a explotaciones ganaderas. Tal y como se puede ver en la grabación, que ya compartimos a mediados de 2020 y que ha sido uno de los vídeos más vistos de Jara y Sedal en los últimos meses, cuatro mastines expulsan en cuestión de segundos a un joven oso que se encuentra cerca de una explotación de vacas.

La filmación está tomada a través de cámaras de fototrampeo en septiembre del año 2019. El porqué de esta actitud de los mastines te lo explicamos a continuación.

YouTube video

Algunas características e historia de este animal

El mastín es un animal valiente hacia los depredadores y leal con los humanos, de ahí su principal característica como perro guardián de grandes fincas y explotaciones, especialmente ganaderas. Y eso ha ocurrido durante siglos, ya que este animal ha defendido al ganado frente a cánidos y plantígrados desde hace siglos

Según explica la Asociación Española del Mastín, ya en la Edad Media en España, a cargo de los grandes rebaños, había no solo pastores sino poderosos mastines. Estos perros no solo tenían un buen pelaje, capaz de soportar las más extremas condiciones climáticas, sino que eran capaces de organizar una defensa efectiva contra los depredadores y lo bastante grandes para enfrentarse con éxito a los lobos.

El ambiente del mastín es el aire libre, rodeado de ovejas, por montañas y valles y un largo camino por delante. Era, y todavía es, un perro de trabajo.

Más sobre la historia reciente del mastín

Dos niños con un mastín en el siglo pasado. / AEPME

Según sigue explicando la Asociación Española del Mastín, en 1946 se aprobó un prototipo racial que tomó como referencia las medida biométricas de tres ejemplares procedentes de la zona central de España. Este prototipo reflejaba un tipo de mastín más ligero que el actual, habitual en la ganadería estante y en caza mayor, de buena talla, patilargo y de un peso alrededor de 50 kilos.

En 1981 se aprobó un nuevo prototipo. Su principal objetivo fue recuperar el mastín mucho más grande usado en la ganadería trashumante. Estas líneas habían casi llegado a la extinción debido al fuerte declive del número de lobos.

Ligado a la trashumancia

Por otro lado, el tradicional movimiento de rebaños – llamado trashumancia – había quedado reducido a unos miles de ovejas trasladadas por tren desde las montañas del norte a los pastos del sur. Así que el gran mastín empezó a ser innecesario; se sacrificaron muchos, algunos fueron castrados y un puñado de ellos fue comprado por criadores entusiastas que, guiados más por la pasión que por el conocimiento, empezaron una crianza desorganizada.

En ese mismo año de 1981 se fundó la Asociación Española del Perro Mastín Español (AEPME) como club oficial de la raza. No fue fácil alcanzar un acuerdo sobre el tipo de mastín a criar, aunque el prototipo aprobado era suficientemente explícito. Se mantuvieron criando y asistiendo a exposiciones los perros registrados según el antiguo prototipo racial, por lo que la falta de uniformidad en el tipo y unas estructuras con frecuencia defectuosas, eran la imagen habitual de la raza.