Este lunes, 5 de junio, cientos de ganaderos hartos de limitaciones asaltaron por la fuerza la Delegación de la Junta de Salamanca debido a que los saneamientos de tuberculosis bovina han quedado paralizados en Castilla y León. Los ganaderos protestaron debido al «total rechazo» a la orden publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) por la que se limitaban los movimientos de bovinos de la comunidad autónoma.

Hay que tener en cuenta que, en países como España, la tuberculosis es una importante enfermedad infecciosa que puede afectar a varias especies diferentes de animales domésticos y silvestres. No obstante, el papel que puede ejercer cada una de las especies susceptibles en la epidemiología de la enfermedad puede depender de diferentes factores, como el grado de susceptibilidad, el sistema de cría, la densidad, la distribución espacial y la ecología de las poblaciones, la patogenia, las vías de transmisión o la capacidad de actuar como reservorios.

Las lesiones tuberculosas características tienen lugar con mayor frecuencia en los pulmones y en los ganglios linfáticos retrofaríngeos, bronquiales y mediastínicos. También pueden hallarse lesiones en los ganglios linfáticos mesentéricos, el hígado, el bazo, las superficies de las serosas y otros órganos.

«Desde este colectivo llevamos tiempo exigiendo cambios en los programas de erradicación de tuberculosis, pidiendo que se centren en campañas de control de la enfermedad y con unas pruebas menos lesivas para las ganaderías», exponían ayer los ganaderos. Pero el problema tiene mucho más trasfondo en nuestro país del que la mayoría de la sociedad conoce.

El caso del ganadero de Toledo que tuvo que mandar todos sus animales bravos al matadero por esta enfermedad

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Un toro bravo en una foto de archivo. © Shutterstock

Este problema que ahora está tan de actualidad tiene un trasfondo que hemos narrado en otras ocasiones en este medio, y el ejemplo más claro es el de un ganadero de Toledo que tuvo que enviar todos sus animales al matadero por culpa de la sobrepoblación de corzos y jabalíes en su zona, algo que fue, sin duda, fue uno de los casos más llamativos.

José Montes poseía una explotación con 300 cabezas de animales bravos -entre machos y hembras- en las cercanías del municipio toledano de Noez, y tuvo que mandar a todas sus reses al matadero. ¿El motivo? Contrajeron la tuberculosis a través de los jabalíes y corzos que se colaron a su finca. Según denunciaba el propio criador, había una «sobrepoblación» de estas especies, algo que se puede controlar mediante la caza.

Con esos 300 animales enviados al matadero no solo se fueron miles de kilos de carne que la Administración le pagó a 700 euros por cabeza, sino un trabajo genético que había conseguido para buscar la bravura y clase en la embestida de sus toros en las últimas dos décadas, ya que incluso los sementales han tenido que ser sacrificados. «Llevo unos dos años y medio que en todos los saneamientos vienen saliendo animales positivos a la prueba que se les realiza de la tuberculosis, y en la última actuación, que fue el pasado mes de julio, se desbordó la positividad y salieron casi un 40% de animales positivos a esta prueba», señalaba Montes; por ello, debió enviar al matadero en los siguientes meses a sus animales.

Otro ejemplo de cómo la fauna silvestre puede transmitir enfermedades

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El zorro sarnoso, filmado por el ganadero. © J. P.

El vídeo publicado también hace unos días por este medio de un zorro comiendo en una tolva para el ganado puso no sólo de manifiesto eso, sino el grave problema que supone para los ganaderos la presencia de estos animales en sus fincas, ya que pueden transmitir estas enfermedades letales. Jara y Sedal habló con el propietario de la explotación, quien explicó que desde hace unos años se ven zorros, jabalíes y tejones enfermos en su zona. En este caso «las imágenes muestran un zorro, pero hace un mes era un tejón el que estaba casi muerto al lado del comedero», explicaba.

«Ahora acabo de ver huellas de tejón en la tolva de los terneros, algo que se nota que es de él porque ha llovido y se ven perfectamente las uñas en el barro», añadió. «Cuando venga el próximo saneamiento, caeré con todo el invento…», se lamentaba por miedo a sufrir un positivo en alguna enfermedad que le pueda limitar la venta de carne de su explotación.

Medidas para combatir la tuberculosis en la ganadería

En los últimos años, el Ministerio de Sanidad ha publicado planes para evitar la tuberculosis en la ganadería en los que expone que la transmisión al ser humano constituye un problema de salud pública. La exposición al Complejo Mycobacterium tuberculosis (MTC) por aerosol se considera la vía más frecuente de infección en los animales, pero la infección por ingesta de material contaminado también es posible.

El sacrificio para reducir la densidad de la población de la fauna silvestre puede disminuir la transmisión, pero, puede tener efectos negativos, como el incremento en la dispersión de los miembros restantes y con ello la del microrganismo. La principal medida para prevenir la propagación entre el ganado bovino y animales de especies salvajes es evitar el contacto directo de los animales domésticos y la fauna silvestre mediante vallados, además de llevar a cabo medidas de limpieza y desinfección en la explotación y vehículos de transporte. La buena gestión del estiércol también es fundamental, al igual que el control de roedores.