El cazador Juan José Fidalgo abatió a finales de la pasada temporada un extraño corzo con un bulto en su frente, una captura con una malformación digna de ser analizada. El propio cazador ha contado a Jara y Sedal cómo consiguió dar con el animal.

«Estaba de rececho en un coto de la provincia de Teruel y, de repente, me topé con este corzo», narra Fidalgo sobre el momento en que lo localizó. «Vimos que tenía un defecto en su cuerna y me acerqué todo lo que pude hasta quedarme a unos cincuenta metros de él, ya que quería asegurarme al 100% que era defectuoso», relata. Tras valorar el la cuerna del animal, el cazador se decidió a disparar, y fue certero.

«No sabíamos qué le ocurría ni por qué tenía ese bulto», relata Fidalgo en cuanto al bulto que el corzo tenía en su frente. Posteriormente el taxidermista le enseñaba el voluminoso bulto que escondía en su cráneo.

Ciencia y Caza da una respuesta sobre a qué podría deberse ese bulto

Aunque el cazador cree que podría tratarse de un defecto de nacimiento, Jara y Sedal ha contactado el veterinario y miembro de Ciencia y Caza Carlos Díez, para poder aclarar qué habría detrás de la malformación. Díez afirma que «probablemente se deba a algún tumor o a un traumatismo en la base de la cuerna que generó esa malformación», si bien advierte que «no es fácil de saber».

El tío del cazador, con el extraño bulto en el corzo. © J. J. F.

El sorprendente bulto en la cabeza de otra corza en Soria

La corza, desde dos puntos de vista. © D. C.

David y Rubén Blázquez son dos hermanos cazadores que hace unos meses fotografiaron en su coto de Castilla y León a una corza con un aspecto horripilante. Concretamente, el animal tenía un protuberancia en su parte delantera, que casi duplicaba el tamaño de su cabeza.

Otro impactante corzo con tres luchaderas abatido la pasada temporada por el mismo cazador

corzo Aragón luchaderas

Fidalgo abatió junto a un compañero durante un rececho inolvidable en un coto aragonés un peculiar corzo que tenía dos grandes luchaderas en su cuerna derecha. Tanto se pudieron acercar al animal aquella mañana que lograron ejecutar el disparo ¡también a tan sólo 50 metros de la pieza!