En el tranquilo valle de Carranza (Vizcaya), donde tradición y gastronomía van de la mano, la familia Llamosas lleva décadas criando bueyes con mimo y dedicación. Pero el pasado viernes, esa rutina se vio truncada por un suceso que ha dejado al restaurante Casa Garras y a sus seguidores consternados: el robo de uno de sus mejores ejemplares, un buey de 1.500 kilos cuyo valor se estima en unos 8.000 euros.

«De este corral de nueve bueyes, donde antes había diez, nos han robado uno de 1.500 kilos, que probablemente pesará 850 kilos en canal», explicaba Txema Llamosas en un vídeo difundido en redes sociales, en el que se le puede ver visiblemente afectado. Desde ese mismo mensaje pedía la colaboración ciudadana, especialmente a profesionales del sector: «Todos los que andéis metidos en el mundo del ganado y del transporte o recibiendo a los animales en el matadero, estad atentos».

Un negocio familiar con más de 45 años de historia

La familia Llamosas no solo gestiona el restaurante, sino también el Rancho Garras, donde los bueyes viven durante al menos cuatro años hasta alcanzar el punto óptimo para su sacrificio. En ese tiempo, se les cuida con especial esmero, ya que representan el emblema gastronómico de la casa: las Jornadas del Buey, que este año celebran su décima edición.

En su denuncia pública, Txema señala que el animal sustraído «era uno de los mejores, si no el mejor que teníamos». Su frustración es evidente: «No sé quién ha sido, pero seguro que damos pronto con él. Que se le caiga la cara de vergüenza y sepamos qué tipo de gente miserable sois».

Sospechas de una banda organizada

Aunque el cocinero no ha confirmado si ha presentado una denuncia formal, todo apunta a que la investigación quedará en manos de la Ertzaintza. No obstante, resulta llamativo que alguien haya podido sacar de una finca un animal de semejante tamaño sin ser detectado, lo que alimenta la sospecha de que se trata de un robo planificado por una banda organizada.

La venta de un buey como el robado puede suponer un importante beneficio económico, lo que refuerza la hipótesis de una operación delictiva con experiencia en el transporte y distribución de ganado para el matadero.

Una vida dedicada al ganado

Casa Garras no es solo un restaurante: representa la culminación de tres generaciones que han vivido ligadas al campo y la cocina. Txema Llamosas estudió hostelería en Artxanda y se formó con figuras como Eneko Atxa o Ferran Adrià, pero nunca ha abandonado sus raíces.

Este robo, además del daño económico, supone un golpe emocional para una familia que vive y trabaja por y para el respeto al producto. Por ello, Txema concluye con una petición directa: «Si veis un buey de estas características, nos lo comunicáis».

Sobre el autor