Ponte en situación. LLevas años lanzándote al monte para cazar a rececho y tu viejo rifle de caza se ha convertido en una extensión de ti mismo. Sin embargo, el peso de un arma clásica, con la que llevas cazando toda la vida, ahora se hace sentir en cada paso. Muchos amigos te dirán que modernices tu equipo y te compres alguno de los muchísimos rifles ligeros que se venden hoy en día. Pero no quieres y te aferras a seguir cazando con tu arma de siempre. Pues bien, presta atención a Juan Conde, nuestro armero, porque hay solución para restar algunos gramos a tu rifle de caza y que puedas continuar cazando con él.

Un esperista revisando una baña con un rifle Sauer 505. © Rubén Montés

La clave de un rifle de caza está en el metal

Juan Conde lo tiene claro: «Lo primero sería analizar el visor y las monturas que tienes montado, y atacar por todos los frentes: buscar uno equivalente al primero pero más ligero y lo mismo con las segundas. Lo que pesa en un rifle es el acero, y para reducirlo tendríamos que estudiar si es viable fresar ciertas partes de la acción o incluso rebajar el perfil del cañón, pero todas estas operaciones son costosas».


¿Se puede reparar una culata de un rifle de caza rota por la mitad? Sí, te contamos cómo


La madera también es un punto crítico: «Por último, otra opción es sustituir la culata original de madera, que pesa unos 900 gramos, por una de fibra de carbono o de vidrio (no las baratas de plástico, hoy en día a cualquier cosa se le llama sintético) que ronde los 700 gramos». Una acción como esta te permitirá seguir cazando con el corazón de tu rifle de caza pero, a la vez que le das un lavado de cara cambiando su estética, conseguirás un arma sustancialmente menos pesada que en origen.