Como ya es habitual cada fin de semana para Álex Martín Escamilla, la aventura comenzó el viernes, 15 de marzo, al salir del trabajo. Puso rumbo a un embalse de la provincia de Jaén, sin imaginar que iba a vivir una jornada de pesca algo diferente. Esta vez terminaría con un ejemplar de lucio de grandes dimensiones.

Consiguió llegar con todavía algo de luz del día y eligió «la zona media de un embalse de aguas cristalinas que se había visto afectado por la crecida repentina de unos tres metros en vertical en cuestión de varios días por las intensas lluvias», ha contado el pescador al equipo de Jara y Sedal. «Me esperaba un fin de semana difícil ya que los peces estarían algo desubicados».

«Lo primero que hice nada más llegar fue bajar corriendo a la zona de pesca», ha comenzado recordando. «Llevaba ya una semana pensando en una punta con mucha estructura que daba a aguas abiertas del cauce principal del pantano, una zona de paso perfecta para poder conseguir ese ansiado black bass». Su objetivo inicial era capturar uno que superara los tres kilogramos.

En busca de un black bass de récord

Tras caminar durante 15 o 20 minutos, finalmente llegó a la zona escogida. Una vez allí, se dispuso a hacer el primer lance, «uno de esos súper lejanos que dan buenas sensaciones», ha detallado. «Después de darle acción al Orbit 110SP, lo dejé parado unos segundos, esperando a que el pez, en este caso el bass, se acerque, lo mire, y cuando lo vuelva a mover, lo ataque», ha continuado explicando.

«Para mi sorpresa, eso pasó al instante. Noté un golpe muy sutil y enseguida clavé». En ningún momento había barajado «la posibilidad de que picase un lucio», según ha confesado Alex.

Después de clavar, empezó a notar «un peso bastante considerable al otro lado del sedal». «Fui recogiendo lo más rápido posible para intentar sortear la estructura de pieza que tenía a unos 10 metros de mí, ya que si le dejaba algo de margen al pez buscaría refugio y me podría partir fácilmente la línea», ha destacado.

Un enorme lucio por sorpresa

«Unos segundos más tarde salió a la superficie y empezó a cabecear, gesto típico que hacen los lucios, por lo que automáticamente me calmé un poco y visualicé la situación». Todavía no era consciente del tamaño que tenía, pero sí sabía que era «un pez grande».

Cuando consiguió acercarlo a la orilla, el animal comenzó a cabecear «con el riesgo de poder soltarse ya que el Jerkbait estaba en el labio del lucio y se movía de un lado para otro haciendo palanca», ha concretado el pescador. No fue hasta que lo pudo coger de forma segura para ambos hasta que se dio cuenta de que era «una hembra de lucio sin desovar».

© A.M.E.

Un joven pescador graba la picada de un lucio a su primer lance durante una jornada en Cáceres


«No he visto un lucio tan bonito, tan sano, tan gordo y con una librea tan marcada como la de ese. Era precioso», ha reconocido Alex. Tras esto, lo pesó y la báscula se paró en los 9,8 kilogramos, «muy cerca de la cifra mágica de las dos cifras». Toda esta experiencia la ha compartido en su canal de YouTube con el siguiente vídeo:

YouTube video

«Cuando lo solté y me calmé pude visualizar todo lo que había pasado. Puede que no consiguiese el objetivo que tenía ese día, que era sacar un Bass récord para mí, pero la pesca me dio algo muy valioso que fue mi actual récord de lucio», ha concluido destacando.