La pesca le ha acompañado desde que era un niño y ahora, gracias a ella, a sus 26 años ha vivido un momento inolvidable. José Ángel García lleva toda la vida practicando esta actividad que tantas alegrías le ha dado y esta escena, protagonizada por una sorprendente carpa, es un gran ejemplo de ello.

La jornada tuvo lugar el pasado sábado, 11 de enero, en las el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Allí, tal y como ha contado el propio pescador al equipo de Jara y Sedal, se disponía a «pasar un fin de semana en familia y con amigos, concretamente en la Laguna Colgada».

«Los días previos al viaje me estuve informando de qué escenario me esperaba, hablé con varios pescadores que habían visitado la zona y me dieron consejos sobre cómo pescar en estas aguas. Parecía muy complicado por lo que me habían contado, pero tenía buenas esperanzas», ha asegurado.

A la zona llegaron durante la mañana del mismo viernes, 10 de enero. Acto seguido, José Ángel se dispuso a dejarlo todo organizado. «Empecé a sondear la zona en busca de puntos que me gustasen y me tiré bastante rato ya que está todo lleno de algas y no es un terreno fácil», ha concretado.

Un pez para el recuerdo

«Pasó todo el día y la alarma no parecía sonar y las esperanzas se iban desvaneciendo», ha recordado de aquella jornada. Cuando me desperté el sábado por la mañana y salí al patio a ver el amanecer, oí que la alarma sonó tímidamente, me acerqué a la caña y no volvió a sonar, entré a la casa de camino a la habitación y volvió a sonar».

Ante esto, el pescador pensó que algo tenía que haber pasado. Entonces, decidió salir corriendo y cogió la caña al llegar. Al sacarla, se dio cuenta de que el pez parecía estar enganchado en el fondo. «Me metí corriendo en la barca y me dejé llevar tensando el hilo hasta que, de repente, comencé a notar peso y el pez empezó a sacarme bastante hilo», ha continuado narrando.

Un pescador captura una pesca difícil de pescar en Albacete.
© J.A.G.

Pescan una carpa de dimensiones asombrosas que supera los 30 kilos en Badajoz


«Después de unos 15 minutos de lucha, llegué a visualizar el pez y me quedé anonadado ante semejante ejemplar. Una vez sacado del agua, comencé a visualizar lo precioso que era ya que nunca había sacado una carpa royal lineal. Estaba súper ilusionado al ver este pez en estas aguas donde me habían dicho que era tan difícil pescar», ha destacado.

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Finalmente, el pez pesó un total de 16,200 kilogramos. «Es un peso bastante bueno. No es mi récord, pero es el pez más bonito que tengo desde que empecé a pescar de niño. Una sesión inolvidable en familia, que es lo más importante, y con unos compañeros increíbles», ha terminado poniendo en valor el pescador.

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