Sofía de Edimburgo, esposa del príncipe Eduardo, celebró el pasado 20 de enero su 60 cumpleaños rodeada de familiares y amigos. Considerada una de las figuras más queridas y activas de la Casa Real británica, la duquesa ha ganado reputación por mantenerse alejada de los escándalos que han salpicado a otros miembros de la familia real. Esta imagen discreta y trabajadora le ha permitido consolidarse como una de las favoritas de la sociedad británica y también de la fallecida Isabel II.

La jornada comenzó con una actividad que forma parte de las tradiciones más arraigadas de la realeza británica: la caza. Sofía disfrutó de una jornada de caza de faisanes en Windsor Estate, en compañía de una decena de sus amigos más cercanos. Esta actividad contó con el permiso especial de Carlos III, reflejo de la importancia que tiene esta tradición familiar, que suele reservarse para fechas significativas como el Boxing Day en Sandringham.

Una velada en Bagshot Park

Tras la jornada de caza, la duquesa organizó una cena y una velada con baile en su residencia de Bagshot Park, donde vive desde 1999 junto al príncipe Eduardo. Entre los asistentes se encontraban familiares y amigos que quisieron acompañarla en esta ocasión especial. Destacó la presencia de los príncipes de Gales, quienes mostraron su cercanía a la homenajeada. Sin embargo, no todos los miembros de la familia real británica recibieron invitación para el evento, según apuntaron algunas fuentes.


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Para garantizar que todo saliera perfecto, Sofía solicitó que parte del personal del castillo de Windsor se trasladara hasta Bagshot Park para ayudar con los preparativos. Habitualmente, el matrimonio cuenta solo con un mayordomo y una empleada de servicio en su día a día, por lo que la ayuda extra fue fundamental para organizar la celebración.

La presencia de sus hijos, lo más especial

A pesar de las actividades y los invitados, lo que más emocionó a Sofía de Edimburgo fue contar con la presencia de sus hijos, Lady Louise y James, quienes hicieron un esfuerzo especial para acompañar a su madre en este día tan significativo. Lady Louise viajó desde la Universidad de St. Andrews, donde reside, mientras que James dejó sus estudios momentáneamente para estar presente en la celebración.

El 60 cumpleaños de Sofía de Edimburgo se convirtió en una jornada que reflejó la mezcla de tradición, cercanía familiar y discreción que caracteriza a la duquesa, reafirmando su papel como uno de los pilares más respetados y queridos de la monarquía británica.

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