Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Zamora han llevado a cabo una destacada intervención al interceptar a dos varones que, a tenor de la información compartida por el Instituto Armado, lograron incumplir prácticamente todas las normativas relativas a la caza en Castilla y León.
El incidente tuvo lugar en la comarca de Tierra de Alba, donde los agentes, en el marco de un dispositivo especial de prevención contra el furtivismo, detectaron un vehículo todoterreno circulando por un coto privado de caza. Al proceder a su identificación, los agentes descubrieron una larga lista de irregularidades que involucran prácticas de caza prohibidas y el uso de material ilegal.
Material ilegal y prácticas prohibidas

Durante el registro del vehículo, los agentes encontraron un rifle de caza cargado y listo para ser utilizado, con el cargador y la cartuchería alojada en la recámara, algo completamente prohibido por razones de seguridad. Pero las irregularidades no terminaban ahí. El arma estaba equipada con un visor térmico, cuya instalación está prohibida en Castilla y León, así como un silenciador, cuyo uso está prohibido en todo el territorio español.
Además, los sospechosos portaban dos monoculares de visión térmica, también ilegales en la comunidad autónoma, junto con un cuchillo y un hacha de grandes dimensiones que presentaban restos de sangre recientes. Dentro del vehículo, los agentes encontraron una bolsa de plástico que contenía la cabeza de un ciervo macho, evidencia clara de que los investigados acababan de abatir ilegalmente el animal.
Sin licencia, precinto ni autorización
Tras verificar la documentación de los sospechosos, los agentes del SEPRONA constataron que ambos carecían de licencia de caza de Castilla y León, de autorización del titular del coto privado en el que se encontraban y del precinto obligatorio para la caza del ciervo, lo que reforzó la acusación de que se trataba de un acto de furtivismo en toda regla.
Los investigados, uno residente en Murcia y otro oriundo de una localidad zamorana próxima a la zona, están ahora imputados por un delito contra la flora y fauna, tipificado en el artículo 335 del Código Penal. Según las autoridades, este delito puede conllevar penas significativas, incluyendo multas y sanciones penales.
Importancia de combatir el furtivismo
La operación se enmarca en las labores preventivas del SEPRONA, que durante 2023 ha intensificado los controles en áreas sensibles como la Sierra de la Culebra y la comarca de Tierra de Alba. Estas zonas, ricas en biodiversidad y hogar de especies protegidas, son objetivos frecuentes de furtivos, cuyas acciones amenazan el equilibrio de los ecosistemas y la conservación de la fauna silvestre.
La Guardia Civil ha recordado la importancia de la colaboración ciudadana para prevenir y denunciar este tipo de actividades. El furtivismo no solo representa una amenaza para la biodiversidad, sino que también pone en peligro la seguridad pública y el equilibrio de los hábitats naturales.
Consecuencias legales
Los agentes han remitido las diligencias policiales al Juzgado de Instrucción de Guardia y a la Fiscalía de Medio Ambiente de Zamora. También se ha informado al Servicio Territorial de Medio Ambiente de las infracciones detectadas, dando por concluidas las investigaciones relacionadas con el caso.
El material decomisado, incluyendo el rifle, los equipos de visión térmica y el silenciador, ha sido incautado por las autoridades. Ahora, los investigados podrían enfrentarse a severas sanciones legales, que podrían incluir penas de prisión, multas económicas y la inhabilitación para actividades relacionadas con la caza en el futuro.