Ante las informaciones publicadas recientemente en diferentes medios de la provincia de Córdoba sobre la intervención del Seprona de la Guardia Civil de 25 perros en «pésimas condiciones» en una rehala de Hornachuelos, desde la Federación Andaluza de Caza han querido aclarar públicamente que« los perros no pertenecían a una rehala del municipio cordobés».

Según informan desde la FAC en nota de prensa, en primer lugar la investigación que provocó finalmente el decomiso de los perros se inició como resultado de la denuncia formulada al Seprona por J.L.A.P, un rehalero de Hornachuelos legalmente habilitado, por el robo de ocho podencos -cachorros de dos meses y cinco días de la misma camada- de sus instalaciones el pasado 16 de marzo. Pasado un mes y gracias al esfuerzo de Seprona, Polícia Local de Hornachuelos y del propio Ayuntamiento del municipio cordobés, los perros robados fueron encontrados en una finca de Castilblanco de los Arroyos.

La investigación del Seprona les lleva a unas instalaciones ilegales

En ese momento, el Seprona inició una investigación sobre los autores del robo, dos individuos de un municipio de la provincia de Sevilla, que lleva a la Benemérita hasta unas instalaciones ilegales en el término municipal de Hornachuelos, en las que se encontraron los 25 perros «en condiciones de maltrato e insalubridad», detallan desde la FAC, y que posteriormente fueron decomisados.

«Cabe destacar que, tanto los presuntos dueños de los perros, como las instalaciones, carecían de documentación alguna que acreditase que se trata de una rehala. No en vano, los autores no disponían de licencia de rehalas ni de los seguros obligatorios, mientras que la instalación no estaba declarada como núcleo zoológico, como es preceptivo en el caso de una rehala», añaden desde la entidad cinegética.

«Una instalación en la que se hacinan perros en condiciones de maltrato e insalubridad no es una rehala. Como tampoco puede considerarse rehalero a quien carece de documentación e incumple la normativa vigente y la ética del buen rehalero. En este caso hablamos, simplemente, de delincuentes», explica José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien añade: «Pedimos a los medios de comunicación que no contribuyan a la campaña de criminalización y odio impulsada, a través de notas de prensa y redes sociales, desde asociaciones animalistas contra un colectivo de más de 200.000 andaluces que no sólo cumplen estrictamente leyes y normativas, sino que además responden a unos valores y principios que les impiden cometer este tipo de conductas».

Publicación de Galgos del Sur sobre la intervención.
Publicación de Galgos del Sur sobre la intervención.

Galgos del Sur vuelve a usar un hecho aislado para criminalizar a los cazadores

La campaña de criminalización y odio a la que alude la Federación Andaluza de Caza se refiere a las informaciones vertidas por la asociación animalista Galgos del Sur. Su cofundador y presidente de PACMA, Javier Luna, estuvo presente en el rescate de los perros robados y grabó varios vídeos que difundió a través de las redes sociales en los que afirmaba que imágenes como esta mostraban las «terribles condiciones en las que tienen los rehaleros a sus perros». Además, la entidad envió una nota de prensa a diferentes medios y a la agencia Europa Press, la cual hizo públicos los datos facilitados por Galgos del Sur sin contrastar.

Mensaje de un vídeo de Galgos del Sur criminalizando a los rehaleros.
Mensaje de un vídeo de Galgos del Sur criminalizando a los rehaleros.

En sus publicaciones en Facebook aún se puede leer: «En esta situación terrible se encontraban los 25 perros de una rehala en Hornachuelos que fueron decomisados el pasado por el Seprona. Desde Galgos del Sur nos hemos hecho cargo de 12 de estos animales. Ahora les espera un futuro mejor. Los perros de caza son sometidos a una vida de maltrato».

Galgos del Sur es una conocida organización anticaza que constantente criminaliza a la caza a través de sus publicaciones y que ha protagonizado importantes polémicas con el sector cinegético, como ya hemos informado en anteriores ocasiones.