En enero de 1976 la revista cinegética estadounidense Field & Stream publicada un artículo sobre los perros de caza de la reina Isabel II de Inglaterra. Hoy, con motivo de su reciente fallecimiento, recordamos cómo eran y cómo era entonces la relación de la reina con ellos y con la actividad cinegética.

Bill Tarran, uno de los legendarios redactores de la citada revista americana, tuvo ocasión de conocer al encargado de cuidar de los canes de caza de la reina Isabel II: Bill Meldrum. Sucedió en las afueras de Worksop (Inglaterra) durante una feria de deportes rurales en la que se celebraba una prueba internacional de perros de caza.

Belldrum afirmó entonces que uno de los mejores perros de caza de la reina era ‘Sandringham Sidney‘, un labrador retriever de color amarillo a pesar de que la mayoría de los que tenía la reina eran negros. Su nombre se debía a haber nacido cuando Isabell II de Inglaterra estaba en Sidney.

Por entonces Tarran le habló a Meldrum de Cooper, uno de los mejores perros de su progenitor -también entrenador de perros de caza- e hijo de Sidney y en el tenía depositadas todas sus esperanzas. El duelo entre uno y otro en las pruebas de adiestramiento y caza que se realizaban en el país se aventuraba épico.

El estándar de raza de la reina

La reina y sus perros en portada de Field & Stream. © Field & Stream

El por entonces cuidador y entrenador de los perros de caza de la reina hacía alusión a la intención de Isabel II de crear su propio estándar de raza cuando Tarran le preguntaba por qué esta tenía este tipo de perros, refiriéndose a los conocidos labradores retriever de color negro con lo que había aparecido en la prensa en innumerables ocasiones.

«Al igual que Slipper ha sido campeona en una prueba de campo, Sherry es también campeona en la misma prueba, Flora ganó la Game Fair en 1968 y también se clasificó para el campeonato el año pasado. Esos son los perros de la Reina», añadía Meldrum sobre algunos de los perros más destacados de Isabel II y sobre un tipo de can con el que quería crear su propio ‘estándar’.

¿Cómo era la reina con sus perros de caza?

El redactor de Field & Stream preguntó a Meldrum si la reina Isabel era buena con sus perros de caza. «Sí. Sí que lo es. La reina es una muy buena guía», afirmó sobre las aptitudes de esta con los canes y añadió: «Ella contribuye mucho al perfeccionamiento de un perro. (…) Además, la princesa Ana y Su Alteza Real el príncipe de Gales son excelentes guías de perros perdigueros. Y también lo es el duque. Pero lo que más llama la atención es que la reina y el duque aparecen y los perros simplemente me dejan. Así de simple, van con ellos. Luego, cuando la reina termina, todos los perros vuelven a mí. Nunca han sido entrenados para hacer eso. Simplemente lo saben», añadió el entrenador.

La labradora Sidney de Isabel II, campeona de la Game Fair

El día en el que Tarran conoció al entrenador de perros de la reina Isabel II el can Sandringham Sidney se proclamó campeón de la copa de perros cobradores de la Game Fair que se celebraba ese día. Poco después, el redactor recibió una nota de Meldrum en la que destacaba la participación de la gente en el evento y en ningún caso que una de las perras de la reina que entrenaba se hubiera alzado con el trofeo. Describió Tarran a Meldrum por último como el hombre con «el trabajo de perros más prestigioso de todo el mundo» y mejor adaptado que nadie.

Si bien a los 20 años pidieron a Meldrum que fuera a Estados Unidos para convertirse en profesional, Tarran se alegró de que este rechazara la oferta y de que se quedara «a 4.000 millas de distancia» ya que se convirtió en una de las figuras más destacadas del adiestramiento de perros de caza incluso a nivel internacional y quien le había permitido saber un poco más de cómo eran los perros de caza de la reina.

Isabel II de Inglaterra, la reina apasionada del campo y la caza

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La reina Isabel II de caza. con Felipe de Edimburgo. © Express

La reina Isabel II, como también su marido el príncipe Felipe de Edimburgo, era aficionada a la caza así como toda una enamorada del campo, los perros y la naturaleza, una pasión que le venía de herencia y que supo transmitirla a sus hijos, entre ellos, a Carlos de Inglaterra.

De hecho, la última vez que la reina Isabel II saltó a la palestra mediática por convocar una jornada cinegética acaeció en la Navidad de 2020. Como marca la tradición, en esa fecha convocaba todos los años a los miembros de la Familia Real en Sandringham (Norfolk) para celebrar la Navidad. El 24 de diciembre se intercambian regalos y el día 25 todos se reúnen para la misa tradicional en la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine.

La reina decidió aquel año seguir las recomendaciones del gobierno británico y suspender esta celebración en el formato tradicional por la pandemia; en su lugar se organizó una jornada de caza que permitió reunir a muchos miembros de la familia en una actividad al aire libre donde las posibilidades de contagio se reducían mucho.

La afición por la caza de la reina se ha llevado incluso a la televisión, puesto que la serie The Crown, que narra la historia de la monarca, muestra escenas de caza y pesca protagonizadas por la propia Isabel II, su padre Jorge VI, el príncipe Felipe de Edimburgo, su hijo Carlos De Gales o Margaret Tatcher.