A las 19:30 horas de la tarde de este jueves 8 de septiembre saltaba la noticia a través de la cuenta oficial de Twitter de la Familia Real inglesa. La Reina Isabel II había fallecido «pacíficamente» en Balmoral. A sus 96 años, el pueblo inglés despedirá desde este viernes y durante los próximos diez días de luto oficial a una de las figuras más importantes de su historia contemporánea.

La reina Isabel II, como también su marido el príncipe Felipe de Edimburgo, era aficionada a la caza así como toda una enamorada del campo, los perros y la naturaleza, una pasión que le venía de herencia y que supo transmitirla a sus hijos, entre ellos, a Carlos de Inglaterra.

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La reina Isabel II durante una práctica de tiro.

Una de sus últimas apariciones cazando, en la Navidad de 2020

Otra imagen de archivo de la reina cazando. © Express

De hecho, la última vez que la reina Isabel II saltó a la palestra mediática por convocar una jornada cinegética acaeció en la Navidad de 2020. Como marca la tradición, en esa fecha convocaba todos los años a los miembros de la Familia Real en Sandringham (Norfolk) para celebrar la Navidad. El 24 de diciembre se intercambian regalos y el día 25 todos se reúnen para la misa tradicional en la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine.

La reina decidió aquel año seguir las recomendaciones del gobierno británico y suspender esta celebración en el formato tradicional por la pandemia; en su lugar se organizó una jornada de caza que permitió reunir a muchos miembros de la familia en una actividad al aire libre donde las posibilidades de contagio se reducían mucho.

La afición cinegética de la reina Isabel, llevada a la televisión

Otra imagen de la reina Isabel II de caza.

Incluso la afición cinegética de la reina se ha llevado a la televisión, puesto que la serie The Crown, que narra la historia de la monarca, muestra escenas de caza y pesca protagonizadas por la propia Isabel II, su padre Jorge VI, el príncipe Felipe de Edimburgo, su hijo Carlos De Gales o Margaret Tatcher.

En la temporada 2 de esa serie se descubre la afición de la reina por el campo y la caza. En uno de sus frecuentes viajes a Balmoralla reina se echa el rifle a la espalda para recechar un ciervo. La cacería está perfectamente documentada y podemos ver cómo Isabel II, con los prismáticos en ristre y acompañada por un guarda, se arrastra por el monte hasta ponerse a tiro y cerrar el lance a un venado con un preciso disparo.

Después de abatir el venado y sacarlo del monte sobre la grupa de un caballo, la reina regresa al Castillo de Balmoral y al entrar en la cocina vemos cómo sobre la mesa principal reposa el cuerpo entero del cérvido, preparado para aprovechar su carne al máximo. Además, de las paredes cuelgan faisanes y patos, todavía sin pelar, esperando para ser los protagonistas principales de uno de los banquetes reales.