Se sabe que los pequeños mamíferos muestran variaciones en sus patrones de actividad como consecuencia del uso de los recursos y del riesgo de depredación, sin embargo, para la mayoría de las especies, como las ardillas, estos ritmos de actividad y los factores que los determinan están poco estudiados. Cerca de las áreas urbanas, las ardillas podrían tener que frente a un elemento antropogénico extra que afectaría al riesgo de depredación: la presencia de perros asilvestrados.

El perro doméstico es el carnívoro más abundante del mundo, con una población estimada de más de 700 millones. Aunque la mayoría de estos perros tienen dueño, muchos viven parcial o totalmente en libertad. Estos perros asilvestrados representan una amenaza para muchas especies de fauna silvestre debido a la depredación directa, la transmisión de enfermedades, la competencia por los recursos o la limitación del uso espaciotemporal de otras especies.

Científicos del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), la Universidad de Córdoba, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (México) y TRAGSATEC, han evaluado mediante fototrampeo los ritmos de actividad de dos especies de ardillas mexicanas (Sciurus aerogaster y Sciurus oculatus) y una de la Península Ibérica (Sciurus vulgaris) en la utilización de los recursos que se encuentran en el suelo, comparándolos con la comunidad de potenciales depredadores (México: zorro gris, Urocyon cinereoargenteus; cacomitxle, Bassariscus sp.; zarigüeya, Didelphis virginiana; España: zorro rojo, Vulpes vulpes, garduña y marta, Martes sp.) y con la presencia de perros asilvestrados (Canis lupus familiaris). El objetivo de este trabajo fue evaluar el riesgo de depredación por la comunidad de carnívoros sobre las ardillas cuando descienden al suelo mediante el estudio de su solapamiento temporal, y observar si las ardillas tienen diferentes ritmos de actividad adaptados a la comunidad de carnívoros en cada una de las zonas de estudio.

Los resultados muestran que las tres especies de ardillas descienden al suelo siempre durante el día, mostrando un pico máximo de actividad variable entre las 8:00 y las 12:00 horas, con un solapamiento moderado-alto entre ellas. El solapamiento de las tres especies con la comunidad de carnívoros fue bajo, igual que con los principales depredadores. Sin embargo, el solapamiento con los perros asilvestrados fue moderado-alto en las tres especies de ardillas.

Las especies del género Sciurus han adaptado sus ritmos de actividad en el uso del suelo para reducir el riesgo de depredación por las especies de depredadores silvestres, pero no con los perros asilvestrados, que pueden suponer un grave problema de conservación para estas especies. Esto sugiere que probablemente exista un problema de conservación para muchas especies de presas y mesocarnívoros debido a la gran abundancia de perros asilvestrados y en libertad en muchas áreas del mundo.

A pesar de la creciente evidencia de los efectos adversos de los perros asilvestrados sobre la biodiversidad, faltan acciones de gestión para reducir sus efectos. Por ello, los autores del estudio instan a las administraciones públicas a crear planes de gestión de perros asilvestrados en áreas de alta biodiversidad.

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