Ser conocedores de trucos útiles para nuestro día a día puede llegar a facilitarnos mucho la vida. A muchos de ellos les acompaña un largo pasado que avala su eficacia y este que vamos a descubrir a continuación es uno de ellos. En concreto, este nos va a permitir conservar ajos cortados durante meses para ahorrar tiempo cuando tengamos que hacer uso de ellos.
Para ello, lo único que vamos a necesitar es un envase de vidrio con tapa y que cuente con bastante altura, 15 cabezas de ajo y una taza de aceite de oliva. Este es un método sencillo y práctico con el que vamos a ahorrar, además de tiempo, dinero y esfuerzo.
Un método para conservar ajos
Lo primero que tenemos que hacer es cortar las dos puntas de las cabezas de ajo y, posteriormente, es importante que esterilicemos el frasco de vidrio que vamos a usar. Para conseguirlo, deberemos lavarlo bien y colocarlo en agua hirviendo. Cuando esté limpio, ya podremos dejarlo secar boca abajo, sin utilizar paños ni servilletas.
Con dicho frasco ya debidamente esterilizado, será el momento de introducir las cabezas de ajo dentro de él dejando el suficiente espacio para que se puedan mover. El siguiente paso es taparlo y agitarlo de arriba hacia abajo hasta que se desprenda la piel de los ajos. Este proceso se tendrá que repetir hasta que se pelen por completo.
Científicos descubren el truco para evitar que las perdices criadas en cautividad se piquen entre ellas
En el momento en el que estén pelados, tendremos que poner los ajos en el procesador de alimentos o, en su defecto, en la licuadora, y triturarlos hasta que se queden pequeños.
Por último, esos ajos ya troceados pasaremos a meterlos dentro del frasco y cubrirlos por completo con aceite de oliva. De este modo, los ajos se podrán conservar en perfectas condiciones durante tres meses y estarán listos para utilizarlos cuando lo necesitemos en nuestras recetas del día a día.