El siguiente vídeo muestra cómo las mariposas del género Kallima son expertas en camuflarse. Cuando sus alas están abiertas presentan colores naranjas, azules y negros que incluso brillan, pero cuando están cerradas, parecen hojas muertas para evitar ser comidas por otros animales.

El mimetismo ha hecho de las mariposas de este género -también llamadas mariposas de hoja de roble- un excelente ejemplo de selección natural. Hace unos meses, investigadores encontraron el gen responsable de su camuflaje, arrojando así luz sobre cómo han evolucionado hasta conseguir ese mimetismo.

«Las alas de las mariposas tienen estructuras relativamente simples, pero esta estructura es responsable de algunas funciones muy complejas: locomoción, termorregulación, preferencia de pareja y evitar a los depredadores», señala el profesor Wei Zhang, investigador de mariposas en la Universidad de Pekín, China, y autor principal de un artículo que describe la investigación, publicado en Cell.

«Debido a que estas alas son estructuralmente simples pero funcionalmente complejas, son el sistema ideal para abordar múltiples cuestiones evolutivas», asegura.

Los investigadores secuenciaron los genomas de 36 mariposas del género Kallima que representan más de media docena de especies y subespecies. En concreto, secuenciaron genomas de otras 105 muestras de mariposas, todas de la familia Nymphalidae. Entre ellos, encontraron un gen llamado corteza que parece ser responsable de los patrones de las hojas en las alas de Kallima y relacionado incluso con los árboles del terreno.