El pasado sábado, 14 de enero, un jabalí sembró el pánico en el concejo asturiano de Proaza tras atacar a plena luz del día a varios viandantes y herir a uno de ellos de gravedad en la pierna. Tras clavar sus colmillos al hombre en el centro urbano, horas más tarde el jabalí sorprendió a una niña que caminaba junto a su familia por una de las sendas que rodean el concejo y que tuvo que protegerse tras unos coches para que el animal no la atacara, según señala este lunes El Comercio.
Además, este domingo día 15 al mediodía, el jabalí volvió a atacar a otro hombre en la huerta en la que estaba trabajando. Según relata al citado medio Nonaya Menéndez, pareja de la víctima, «el animal salió de entre unos setos al lado de la huerta» y fue directo hacia Diego Marqués, quien estaba cargando el tractor junto con un compañero.
El animal provocó en Marqués dos heridas de gran profundidad, una justo debajo de la rodilla y otra en el muslo que requirieron el traslado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), puntos y la inmovilización de la pierna.
Nonaya Menéndez confirma que «el Seprona ya está avisado», pero que hasta el momento desconoce si el animal sigue suelto. Sobre Diego Marqués, ya se encuentra en casa, pero «muy dolorido y totalmente inhabilitado».
Un mes después de que otro jabalí atacase a una mujer en Cantabria
Este hecho se produce un mes después de que una mujer de 79 años resultase también herida en Arenas de Iguña, Cantabria, al ser atacada por un jabalí en la zona urbana de esta localidad. El ataque se produjo en la calle San Cristóbal, en el entorno de la iglesia de Arenas, y la víctima fue trasladada en ambulancia al hospital Sierrallana de Torrelavega. Por otro lado, en diciembre también fue atacada otra mujer por un jabalí en la provincia de Salamanca.
Asimismo, el pasado verano también se produjo otro de los accidentes con esta especie con más repercusión de los últimos tiempos. Una bañista de 67 años sufrió una herida en la pierna al ser mordida por un jabalí que irrumpió en una playa de l’Alfàs del Pi, en l’Albir, en Alicante. El animal apareció en el lugar entre la sorpresa de las decenas de personas que allí se encontraban.