La cuenta de Facebook de Rehala Finca Soriana ha compartido un vídeo que no ha tardado en hacerse viral entre los aficionados a la caza. Grabado con un dron equipado con cámara térmica, el clip capta con detalle un lance de ronda nocturna: un grupo de perros acosa a un jabalí hasta que logran agarrarlo en plena oscuridad.
La ronda nocturna es una modalidad de caza tradicional que se realiza con perros, sin armas de fuego, y habitualmente durante la noche. El cazador, ayudado por su rehala, sigue el rastro del jabalí y, una vez se produce el agarre, lo remata con arma blanca. Es una forma de caza exigente, donde la compenetración con los perros y el conocimiento del terreno lo son todo.

Así regula Extremadura la ronda nocturna al jabalí: una modalidad tradicional y estrictamente controlada
La ronda nocturna es una de las modalidades cinegéticas más arraigadas en Extremadura. Así lo recoge el Artículo 34 del Decreto 34/2016, de 15 de marzo, que establece las condiciones en las que puede practicarse esta forma de caza tan singular como exigente.
Se trata de una modalidad típicamente extremeña que se lleva a cabo durante la noche. El cazador, que puede desplazarse a pie o a caballo, remata al jabalí con arma blanca una vez que los perros han logrado el agarre. En ningún caso se permite el uso de armas de fuego, lo que convierte a esta caza en una de las más puras y tradicionales que se conservan.
La legislación es clara: solo se puede cazar jabalí en esta modalidad, y con importantes limitaciones. Se autoriza un máximo de tres cazadores por ronda, acompañados por quince perros como máximo. Además, la ronda solo puede desarrollarse en superficies de gestión cerrada del jabalí, quedando excluidos otros tipos de terrenos.
Otra de las claves es que esta caza está sometida a un régimen de autorización expresa, regulado en la Sección 1ª del Capítulo III del Título I del decreto mencionado. Asimismo, no podrá autorizarse en los cinco días previos a una acción cinegética tipo montería, batida o gancho en cotos colindantes, con el objetivo de evitar interferencias entre modalidades.
La ronda nocturna del jabalí, una modalidad en extinción
Una normativa precisa para una modalidad singular, que sigue viva gracias al compromiso de cazadores y rehaleros que la ejercen con respeto, conocimiento y pasión.