La caza es una actividad regulada por numerosas normativas que los cazadores deben conocer y cumplir. Sin embargo, existen ciertas situaciones que, aunque puedan parecer inofensivas o poco conocidas, pueden resultar en sanciones inesperadas. A continuación, detallamos nueve de estas circunstancias.

Impedir el acceso para cobrar piezas de caza

Por muy mal que te lleves con tu vecino de coto, si este pincha un corzo y en su carrera entra en tus dominios, no te queda más remedio que permitir que cruce la linde. En regiones como Castilla-La Mancha, es obligatorio permitir que un cazador entre en tu terreno para recoger una pieza abatida que haya caído allí. Negarse a ello se considera una infracción leve según la Ley 2/2018, de 15 de marzo.

No portar la documentación de tus perros

Al igual que es esencial llevar el DNI y la licencia de caza, también lo es portar la documentación actualizada de los perros de caza que te acompañen en cada jornada. El SEPRONA puede solicitar en cualquier momento la identificación y cartilla de vacunación del animal. En comunidades como Madrid, la vacuna de la rabia es obligatoria. Además, si el perro pertenece a una raza considerada peligrosa, debe estar inscrito en el Registro de Animales Potencialmente Peligroso.

Cazador junto a su perro de caza. © Sonia García

Usar cartuchos inadecuados en caza mayor

Es posible que vayas de montería y te toque un puesto de esos cerrados, con tiraderos cortos y a tenazón. Esto puede hacerte dejar el rifle y optar por la escopeta pero ten mucho cuidado con la munición que empleas. Confundir municiones, como utilizar cartuchos de perdigones en lugar de balas durante la caza mayor, puede acarrear sanciones graves en comunidades como Castilla y León, según el artículo 84 de la Ley 4/2021, de 1 de julio.

Parar a tomar un café con las armas en el coche

Esto es posiblemente una de las acciones más comunes. Terminas de cazar y quedas en un bar cercano al coto con el resto de la cuadrilla para almorzar, tomar un café y compartir las anécdotas de caza vividas horas antes. Sin embargo, dejar las armas en el coche durante este tiempo puede considerarse abandono de armas, lo que podría resultar en sanciones administrativas y la retirada de licencias.

Colocar mal un precinto de corzo

Antes de salir de caza por tu coto, revisa la normativa correspondiente a tu comunidad autónoma para evitar disgustos después de cazar porque la normativa sobre la colocación de precintos varía según la comunidad autónoma. Por ejemplo, en Castilla-La Mancha, el precinto debe colocarse en la cuerna del corzo inmediatamente después de abatirlo y antes de moverlo.

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Un precinto de un trofeo de caza. © Edu Pompa

Llevar más balas de la cuenta

A lo mejor tienes la fortuna de disfrutar de una montería de esas para el recuerdo o una tirada de perdices en ojeo que te dejará sin habla y con el hombro entumecido. En ambas circunstancias los tiros están más que asegurados pero no metas munición en el maletero a lo loco. Existe un límite en la cantidad de munición que se puede transportar: hasta 100 cartuchos metálicos y 300 de caza. Superar esta cantidad sin la autorización correspondiente puede derivar en sanciones.

Llevarte un animal atropellado

La abundancia de jabalíes, corzos y otras especies de caza en nuestros montes puede hacer que cruzarse con ellos por las carreteras sea relativamente frecuente. Pues bien, has de conocer que si se atropella accidentalmente a un animal cinegético, es obligatorio informar a las autoridades. Llevarse el animal sin notificarlo puede considerarse una infracción.

Dos jabalíes hozan en el arcén de una carretera. © © Shutterstock

Dejar las vainas en el campo

EL campo has de dejarlo tal y como lo has encontrado. Esa es una máxima que los cazadores, como buenos amantes del medio natural debemos repetirnos hasta la saciedad. Primero por amor propio y segundo, porque dejar vainas o cartuchos usados en el campo es sancionable. Es responsabilidad del cazador recoger todos los residuos generados durante la actividad cinegética.​

Quedarte sin batería en el móvil y no poder usar la aplicación de precintado digital

Desde hace unos días en Castilla y León es obligatorio realizar el precintado de piezas de caza mayor a través de la aplicación CAPTURACYL. Esto implica que el cazador debe tener acceso a su cuenta en el teléfono móvil en el momento de capturar el animal, subir las fotos requeridas y completar el proceso en tiempo real. Si te quedas sin batería o no llevas el móvil, no podrás cumplir con este trámite, lo que puede derivar en sanciones por incumplimiento de las condiciones del permiso. Llevar una batería externa es, por tanto, casi tan importante como el rifle o las balas…

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