Los ataques del lobo se disparan un 30% en Castilla y León desde que se prohibió su caza
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha admitido en un comunicado reciente que «la concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real» para el ganado y un riesgo «potencial» para los humanos. Por ello, desde Bruselas quieren conocer mejor la situación de sus poblaciones y la UE ha abierto un plazo de envío de información. Es el turno de que los diferentes estados miembros recaben información al respecto y España demuestra no haber hecho los deberes.
Nos referimos a los datos de los que disponen en la Comisión Europea para decidir si modifican o no el estatus actual del cánido. Según el informe que realizó un grupo de expertos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) –Convenio de Berna, 2022– el último censo de lobos en España data de 2012-2014, a excepción de las regiones de Madrid y Asturias, que sí facilitaron los datos de 2021.
Entre las páginas 5 y 7 del citado informe podemos apreciar que la mayoría de países sí informan de la cantidad de lobos que tienen con cifras de 2020 en adelante en su mayoría y es España -seguido de cerca por Montenegro (2014) y Grecia (2014)- el país con datos más antiguos o desactualizados en cuanto a la estimación de la densidad del cánido. Eso, a pesar de tener una de las poblaciones más importantes.
Como consecuencia de la desidia del Gobierno de España, el mismo documento de la IUCN afirma en su página 7 que no existe un cambio palpable en la tendencia poblacional de los lobos en nuestro país. Información que contrasta con la recientemente facilitada por la Junta de Castilla y León donde los ataques de manadas a explotaciones agrarias han crecido un 29%. En el primer semestre de 2021, se registraron poco más de 1.300. El mismo periodo de este año ha vivido 1.717.
Como consecuencia, en esta región está previsto que este año las indemnizaciones a los ganaderos alcanzarán cerca de los cuatro millones de euros. En 2022, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio abonó un total de 1.977.492,19 euros. Una cifra a años luz de las de 2014 que, a día de hoy, siguen sin actualizarse.
Europa no sabe cuántos lobos hay en España
En el periodo 2012-2014 se registraron 297 manadas en España, con una estimación total de unos 2.500 individuos. Desde entonces, se ha observado la creciente expansión de la especie, sobre todo hacia el sur peninsular, y su dispersión demográfica en el noroeste. Sus poblaciones han llegado a País Vasco, La Rioja, Aragón, Comunidad de Madrid, sur del río Duero e, incluso, Extremadura. Aunque la Comisión Europea no tiene conocimiento de esto debido a la desactualización de los datos. De hecho, en los documentos con los que trabaja la especie solo ‘existe’ en el noroeste peninsular, con una pequeña población al sur del Duero. Al igual que hace una década.
Según explicó en declaraciones a Jara y Sedal el científico Mario Sáenz de Buruaga Tomillo, «los censos nacionales de lobos se suelen hacer cada cinco o diez años. Una especie como esta tampoco es que cambie de año a año, pero en algunos lugares como Castilla y León o Galicia, las poblaciones sí han variado en los últimos tiempos». Sáenz de Buruaga ha dirigido censos de lobo en Castilla y León, Cantabria, La Rioja y País Vasco.
El caso de Francia: un aumento del 114% en cinco años
Las poblaciones de lobo crecen en toda Europa. Para hacernos una idea de lo desactualizado de los datos españoles podemos tomar como ejemplo lo sucedido en Francia. Allí en 2018 el número de los lobos registrado estaba entre los 387 y los 477. Cuatro años más tarde, en 2022, esta cifra se situaba entre los 826 y los 1016. En total, en el país galo ha experimentado un aumento del 114% solo en los últimos cinco años.