La población del lobo en Castilla y León, donde se encuentran en 60 por ciento de los ejemplares ibéricos del país, ha aumentado según publica la obra Lobos, publicada el pasado mes de noviembre. A pesar de ello, desde el pasado verano está suspendida de manera cautelar la caza de lobos en la región por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El estudio se centra en la población del lobo existente en Castilla y León, así como su situación en España, coordinada por el director científico del Censo nacional del lobo en Castilla y León, Cantabria, La Rioja y País Vasco, Mario Sáenz de Buruaga Tomillo.

En 2012-2013 tuvo lugar el último censo oficial realizado por la Junta de Castilla y León en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Entonces, se tenía conocimiento de la existencia de 179 manadas en Castilla y León. Ahora, tal y como el citado digital ha hecho público, la población se ha incrementado entre un 18 y un 19%, es decir, unas 20 manadas más.
Sáenz de Buruaga ha recogido este trabajo tras un análisis por provincias. «El censo realizado en Castilla y León es un trabajo sin precedentes, liderado por 578 agentes medioambientales y 106 celadores de la Junta, que recorrieron a pie un área de 50.000 kilómetros buscando indicios y recogiendo pruebas para localizar todas las mandadas de la comunidad», dice a Diario de León Sáenz de Buruaga. El libro explica además toda la metodología utilizada para la realización del censo.

Suspensión de la caza del lobo en la región

A pesar del aumento de ejemplares, la caza del lobo en Castilla y León está suspendida cautelarmente esta temporada por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la región. La Asociación para la Conservación del Lobo Ibérico recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León la resolución que aprobaba el Plan de Aprovechamientos comarcales del lobo para las temporadas 2016-2017, 2017-2018 y 2018-2019. Como consecuencia, éstos quedaron sin efecto y esta temporada no se puede cazar el lobo en el norte del río Duero.

Ya en el mes de mayo de este año, los animalistas consiguieron que se paralizase la gestión del lobo al norte del Duero. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León aplicó la medida cautelar. Por otro lado, los grupos ecologistas están intentando blindar al lobo en toda España y cuestionan los estudios oficiales, que indican que sus poblaciones son las más altas de los últimos 30 años. ¿Por qué lo hacen ahora y no antes? La respuesta está en las subvenciones públicas que percibirían por ello como ya explicó Jara y Sedal en este artículo.

Medidas de defensa del lobo en Castilla y León

Esta paralización de su caza supone un grave problema para las explotaciones ganaderas. Ya en el mes de septiembre pasado, Castilla y León estudió que los ganaderos puediesen disparar al lobo para «autodefenderse». Entre otras medidas que se llevaron a cabo contra los ataques en algunas Comunidades Autónomas, en Castilla y León la Consejería de Fomento y Medio Ambiente planteó en una reunión con los representantes de las organizaciones agrarias que los ganaderos tuviesen esta posibilidad cuando los lobos hiciesen incursiones en sus explotaciones.

Últimos ataques de lobos en España


Jara y Sedal ha venido informando de algunos casos de ataques de lobos y osos en España en los últimos meses. Uno de los casos más recientes acaeció el pasado 4 de diciembre en la localidad leonesa de Sena de Luna. Un perro de un cazador, de raza setter inglés, fue devorado por lo lobos, matando al animal cuando cazaba becadas junto a su dueño.

También en septiembre, los lobos atacaron al ganado en el municipio de Tudanca, con una ternera propiedad del ganadero Ángel Manuel Cosío como víctima. Otra situación alarmante fue la acaecida también en septiembre en la localidad cántabra de Terán de Cabuérniga, donde murió un lobo atropellado a pocos metros de un colegio.

Del mismo modo, ha habido polémicas medidas, como la llevada a cabo en Riaño, donde los guardas mataron casi cien ciervos para alimentar a los lobos. Como resultado, las juntas vecinales de esta zona de León perdieron 44.000 euros con los permisos de caza que se destinaron para alimentar a los lobos de la Reserva Regional.