Extremadura, región rica en tradiciones cinegéticas donde las haya, ha lanzado un desafío nacional para encontrar al mejor tocador de caracola de España. Este concurso se enmarca en la celebración del Día del Cazador Extremeño, donde la montería y la rehala -prácticas declaradas Bien de Interés Cultural con la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial en 2022- jugarán un papel esencial.

La caracola, más que un simple instrumento, es un símbolo de la historia y la cultura de la caza mayor en Extremadura. Los toques de caracola, que varían según el desarrollo de la montería, son fundamentales para la comunicación entre los cazadores y el manejo de los perros. El toque de salida anima la búsqueda tras la suelta de los perros, el de vuelta concentra a los canes para volver la mano, y el de recogida señala el fin de la jornada y el inicio de la recogida de los perros.

© FEDEXCAZA

El concurso está abierto a participantes de todas las edades, con categorías general para mayores de 14 años e infantil para los menores de esa edad. La inscripción es gratuita y se puede realizar telemáticamente hasta el inicio del concurso. Además de los premios para las categorías citadas, también se reconocerá la mejor vestimenta de rehalero, rindiendo homenaje a la indumentaria tradicional de esta práctica.

Una modalidad de caza con 700 años de historia

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Un rehalero y sus perros. © JDG

La montería en Extremadura tiene una historia que se remonta a más de 700 años, con la primera constancia escrita en el «Libro de la Montería» de Alfonso XI en el siglo XIV. Esta modalidad de caza se ha mantenido viva a lo largo de los siglos, formando parte integral de la identidad regional. Cada fin de semana, alrededor de 5.000 personas participan en esta modalidad, muchas de ellas viajando desde otras regiones o incluso países para unirse a la tradición.

Por todo ello el concurso de tocadores de caracola no es solo una competición; es una celebración de la herencia cultural de Extremadura y un reconocimiento a la importancia de preservar las tradiciones que definen a la comunidad. A través de este evento, Extremadura invita a los asistentes a conectar con sus raíces y a participar en la perpetuación de una práctica habitual en la vida social y cultural de la región durante siglos.