Los hechos tuvieron lugar en la conocida como playa de Portiño, perteneciente a la localidad de Vigo. Fue allí donde, sin nadie que pudiera verles, dos furtivos decidieron que era buena idea echarse sobre las rocas para raspar y conseguir el objetivo deseado: erizos. Sin embargo, a su alrededor no resultaba estar todo tan tranquilo como se imaginaban.

Para ello, los profesionales, aquellos que lo hacen de manera legal, tienen que pagar impuestos y cotizar como autónomos. En cambio, estos dos individuos, que forman parte de una cuadrilla que opera en el litoral de dicha ciudad de las Rías Baixas, optaron por trabajar por su cuenta y sin responder a ninguna de esas dos responsabilidades.

Parecía que nadie les observaba

Como hemos mencionado, pensaban que no había nadie a su alrededor y, de hecho, así era la realidad. Ni a los lados, ni delante ni detrás de ellos había un solo rastro de alguien que pudiera sorprenderles mientras se disponían a coger los erizos.

Todavía quedaba un lugar al que no habían mirado. Sobre ellos volaba un dron de la Policía Local que sirvió para ubicarles y fotografiarles y, así, tener pruebas suficientes para imponerles una sanción. Cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde, pero ellos pensaron que aún tenían opciones de evitar la multa.


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Dicho lo cual, tuvieron otra gran idea para que los agentes no les encontraran allí con los erizos. En ese momento fue cuando se dieron un atracón de 2,5 kilos de erizo con la intención de hacerlos desaparecer.

Lejos de conseguir su objetivo, la Policía Local de Vigo, gracias a ese dron, ha propuesto para sanción a los dos furtivos. Cuando llegaron a la zona donde se encontraban, hallaron los erizos de mar abiertos y vaciados recientemente.