La llegada de las redes sociales nos ha permitido ver realidades que suceden en lugares muy lejanos a las que nunca tendríamos acceso sino fuera los teléfonos ‘inteligentes’ y las redes sociales. Una de esas realidades es la de las masacres de tórtolas (Streptopelia turtur) que se pueden ver en multitud de vídeos difundidos a través de Internet.

La mayor parte de estas grabaciones tienen varios nexos en común: están protagonizados por araboparlantes, tienen lugar en el continente africano, se desconoce el lugar exacto de su grabación y en ellas se muestran cientos de tórtolas muertas. Pero, a pesar de que se desconoce tanto su fecha de grabación como el lugar y las circunstancias en las que se ha producido la matanza, estas imágenes generan una profunda indignación entre los cazadores españoles, alimentando la creencia de que esas tórtolas que se masacran en los países africanos son las que ‘nosotros’ criamos en España. Esa suposición popular además está cobrando más fuerza desde que la caza de la tórtola ha quedado prohibida en nuestro país.

Aunque en Jara y Sedal ya hemos abordado esta cuestión en anteriores ocasiones, esta vez hemos querido preguntar a varios expertos en la materia. ¿Es cierto que estamos criando las tórtolas para que las masacren en África?

La opinión de los expertos

Como ya hemos referido en numerosas ocasiones, Christian Gortázar es una de las voces más autorizadas para hablar de caza y naturaleza a nivel europeo. Este catedrático es Jefe del grupo SaBio (Sanidad y Biotecnología), dependiente del IREC, un instituto de investigación vinculado a la Universidad de Castilla-La Mancha y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Gortázar responde a nuestra pregunta asegurando que esa creencia popular no es cierta: «Según podemos saber por los diferentes estudios realizados es que lo que se caza en Marruecos son tórtolas marroquíes, que son mucho más abundantes que las europeas». Además, el científico aclara: «Las poblaciones de tórtola se ven perjudicadas por la pérdida de hábitat y todo lo demás es casi accesorio».

En la misma línea apunta Beatriz Arroyo, investigadora científica del CSIC, quien recuerda que «la caza de la tórtola en Marruecos ocurre entre julio y agosto, por lo que afecta a las poblaciones locales, no a las que estén migrando por ese país desde el nuestro».

El mayor experto en tórtola también rechaza la creencia

Estas dos opiniones se suman a la de Gregorio Rocha, investigador y Doctor en Veterinaria por la Universidad de Extremadura. Este científico ya ha manifestado en anteriores ocasiones que la gente debería «quitarse de la cabeza la idea de que en Marruecos se cazan las tórtolas de España, porque no es así».

Rocha ha aclarado en diferentes ocasiones que «es la misma especie que en Europa, pero no sale de allí, sino que comparte el hábitat en los cuarteles de invernada con la que emigra desde Europa. Es decir, emigran juntas hasta el África subsahariana, con la franja de Burkina Faso, Mali o Senegal. Cuando llega la época de reproducción, la especie marroquí se va a Marruecos y el resto de especies se van a sus zonas donde han criado antes (España, Francia…)», detalla con datos Rocha. «Lo que hacen en Marruecos es matar a sus propias tórtolas; es una metapoblación suya, que jamás va a cruzar el Estrecho de Gibraltar, que inverna allí y se reproduce allí», aclara.

Matanzas ilegales

A pesar de todo, Rocha reconoce que en el Sahel africano, «donde también hay cacerías en invierno y eso sí que puede ser negativo». En la misma línea apunta Carlos Sánchez, director de investigación de la Fundación Artemisan: «Por desgracia, seguimos conociendo casos de masacres de tórtolas y otras especies en el norte de África durante los periodos de migración prenupcial (primavera) y postnupcial (verano-otoño), mediante arma de fuego y métodos de captura masiva como las redes. Pero estos hechos, absolutamente condenables y que infringen daños a muchas especies, no nos deben de apartar de los problemas de conservación que la tórtola sufre en el viejo continente, y que al menos en España, se están corrigiendo a base de mucho sacrificio y trabajo por parte del sector cinegético».